La mañana de este miércoles se confirmó que un vuelo de Latam —proveniente de Brasil— debió aterrizar de emergencia en Argentina tras enfrentar una tormenta que provocó daños en su parabrisas y la parte frontal (radomo).
El avión cayó alrededor de mil 500 metros en menos de un minuto, lo que provocó el temor en los pasajeros.
Pamela Suárez, presidenta de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil en Argentina, explicó que el avión tenía "una rajadura en el parabrisas y el procedimiento de emergencia es un aterrizaje en la alternativa más cercana".
A su llegada a Chile, uno de los pasajeros del vuelo afectado contó que el piloto les informó "que íbamos a acercarnos a un área de turbulencias, que tomáramos asiento, todo el procedimiento normal, pensábamos que eran turbulencias normales".
"En un momento dado (hubo) una especie de caída libre, fue prolongada en el tiempo y eso causó pánico entre los pasajeros, se sintieron gritos, llantos. Una señora de Brasil comenzó a rezar en voz alta y muchos la siguieron", contó.
Además el pasajero relató que el ruido del impacto de los granizos en el avión "fue demasiado fuerte, estimo que los granizos eran bastante grandes por el sonido que se traspasó desde el fuselaje hacia el interior del avión".
Otra de las pasajeras explicó que se trató de una experiencia difícil. "No sé de donde sacó fuerzas el capitán del avión, no sé cómo las sacaron (...) Yo solo escuchaba que la gente gritaba, en algún momento se estabilizó pero iba cayendo al mar".
