Una explosión se produjo este viernes (25.3.2016) en Bruselas cuando las fuerzas de seguridad belgas comenzaban a registrar una vivienda en Schaerbeek, el barrio donde seis sospechosos fueron detenidos este 24 de marzo.
La revista “Der Spiegel” informó que un hombre fue detenido cerca de la ciudad alemana de Düsseldorf con miras a interrogarlo sobre sus presuntos vínculos con uno de los autores de los ataques terroristas de Bélgica (22.3.2016). La Fiscalía germana confirmó que el sospechoso está siendo investigado por su supuesta participación en la preparación de graves actos de violencia.
Se alega que el sujeto en cuestión y el atacante del metro de Bruselas, Khalid El Bakraoui, visitaron al mismo tiempo –verano de 2015– la frontera entre Turquía y Siria. Vistos con recelo por las autoridades turcas, que los creían recién llegados del combate en la guerra civil siria o dispuestos a unirse a los grupos terroristas activos en la región, ambos fueron enviados a Ámsterdam, punto de origen de sus respectivos viajes.
El arresto, consumado este jueves (24.3.2015) por un comando especial, tuvo lugar en el distrito de Gießen, Estado federado de Hesse. Aunque las fuentes oficiales no han aportado muchos detalles al respecto, se dice que el detenido pertenece a la escena salafista local. Otro hombre fue arrestado en el mismo distrito de Hesse este miércoles (23.3.2016) bajo el cargo de haber enviado dos mensajes sospechosos dese su teléfono.
Uno de los SMS (servicios de mensajes cortos) contenía el nombre del atacante del metro de Bruselas, Khalid El Bakraoui, y el otro, que sólo rezaba “fin”, en francés, fue enviado tres minutos antes de que Bakraoui detonara los explosivos que llevaba consigo. Estos arrestos indican la intensidad con que las fuerzas de seguridad comunitarias procuran descubrir y desmantelar la red de terrorismo activa en territorio europeo.