Foto: Archivo AFP
Un bombero británico que fue a apagar el incendio causado por un accidente automovilístico cuando descubrió a su propia hija de 21 años era la única víctima fatal del choque.
Adrian Smith, de 47 años, recibió un llamado de emergencia durante la tarde del pasado domingo 20 de junio.Se trataba del choque entre tres autos en la región de Pembrokeshire, Gales.
En la escena había un vehículo volcado en una curva, el que fue impactado por otros dos. En el primer auto accidentado estaba su hija, Ella Brooke Smith, de 21 años, junto a su novio, quienes habían viajado por el día a la playa.
Ella falleció en el lugar. Su pareja y los pasajeros de los otros dos autos resultaron con lesiones, pero ninguna fue de gravedad.
La familia comunicó a través de sus redes sociales "estamos completamente devastados por perder a nuestra amada Ella. Era una hija, hermana y nieta muy querida y cariñosa. Era una chica hermosa que será extrañada por todos".
Un amigo de la familia comentó a Daily Star "no se puede imaginar cómo se debe sentir Adrian. La peor pesadilla de todo trabajador de emergencia es descubrir que su propio hijo es una víctima".