Adrian Smith, un bombero de 47 años, acudió a atender el accidente en que un automóvil resultó envuelto en llamas tras registrarse un choque múltiple en Pembrokeshire, en Gales.
En el lugar, Smith descubrió que su propia hija, Ella Brooke Smith, había fallecido en el accidente.
La desgarradora historia fue dada a conocer a través de redes sociales, donde la familia afirmó estar "completamente devastada por perder a nuestra amada Ella. Era una hija, hermana y nieta muy amada y cariñosa".
Según consignó Daily Star, Ella Brooke Smith y su novio Ashden King volvían a casa tras pasar una dominical jornada de playa y se vieron involucrados en un choque en el que otros dos vehículos se impactaron fuertemente.
Ese día, Adrian Smith estaba de turno y atendió un llamado que alertó el accidente múltiple en Pembrokeshire.
Una vez en el lugar, se confirmó que la víctima era su hija y que su novio había sufrido heridas graves al igual que otras dos personas, que eran ocupantes de otro vehículo.
La joven de 22 años, enfermera en formación, falleció en el lugar de manera inmediata.
Por lo pronto, la policía local solicitó imágenes de cámaras de seguridad de algunos vehículos para esclarecer aún más el incidente.