Al menos 28 personas, incluidos varios niños, murieron y medio centenar resultaron heridas este jueves a causa de bombardeos aéreos contra un campo de desplazados ubicado en el noroeste de Siria, cerca de la frontera con Turquía, indicó una ONG.
El director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, afirmó que los ataques fueron dirigidos contra el campo de la provincia de Idleb, controlada por el Frente Al Nosra, la filial siria de la red Al Qaeda, y sus aliados rebeldes.
El observatorio no se aventuró a señalar al responsable, ya que en el conflicto sirio tanto el régimen, como Rusia y los aviones de la coalición internacional lanzan bombardeos. La ONG advirtió que el balance de muertos podría aumentar ya que muchos heridos están graves.
Mamun al Jatib, director de la agencia de prensa local Shahba press, que apoya a los rebeldes, acusó al régimen de Bashar al Asad. "Dos aviones del régimen de Assad tiraron cuatro misiles sobre el campo situado en la localidad de Al Kamuna. Dos misiles cayeron cerca del campo provocando un movimiento de pánico y otros dos lo hicieron en el interior por lo que una decena de tiendas se incendiaron", dijo.
Al Jatib indicó que los desplazados habían huido de los combates en Alepo, en el norte de Siria. Imágenes publicadas por activistas en las redes sociales muestran a socorristas intentando aplacar el fuego en el campamento.