La presidenta de Perú, Dina Boluarte, pidió este martes "una tregua nacional", horas antes que una gran manifestación para exigir su renuncia terminara con duros enfrentamientos en Lima, con heridos por perdigones y piedras.
El sexto día de protestas convocadas en el centro de la capital se convirtió en una batalla campal en donde volaron piedras y perdigones en medio de una nube de bombas lacrimógenas. La jornada dejó varios heridos, dos de ellos fotógrafos de medios internacionales, incluida la Agencia France-Presse.
Las movilizaciones masivas siguen marcando el ritmo de los peruanos. Para el miércoles se convocó una jornada nacional de manifestaciones y marchas en varias ciudades del país, sacudido por una crisis política que ha cobrado 46 vidas en seis semanas.
"Dina asesina", se leía en pancartas y coreaban manifestantes en Lima y ciudades del sur andino, pobre y de mayoría indígena.
Diálogo
Horas antes de los enfrentamientos en Lima, la presidenta pidió ante la prensa extranjera "una tregua nacional para poder entablar mesas de diálogo", durante un discurso en el que calificó de "violentos radicales y con agenda propia" a quienes relanzaron las protestas en el sur.
"Nosotros, todo el pueblo peruano, no vamos a dar tregua. No tenemos nada que hablar con la señora (Dina) Boluarte. La señora sabe muy bien: lo único que quiere el pueblo es que renuncie y que haya nuevas elecciones", dijo a la AFP Carlos Avedano, un campesino de 35 años, que llegó a Lima desde Andahuaylas, una ciudad a 754 km al sureste de la capital.
La marcha convocada por estudiantes universitarios congregó a miles de manifestantes en el centro histórico, para pedir la renuncia de la presidenta y elecciones inmediatas.
La policía antidisturbios lanzó gases lacrimógenos para dispersar a las columnas e impedir que se acerquen a la sede del Congreso, en medio de enfrentamientos con manifestantes que respondían con piedras.
En la Plaza San Martín de Lima jóvenes provistos de escudos artesanales, pañoletas para cubrirse el rostro y bombas caseras se enfrentaron a cuerpos antimotines. También se escucharon gritos destemplados por una ambulancia para socorrer a una mujer herida.
El gobierno anunció por la noche el cierre temporal del Aeropuerto Internacional de Cusco, como "medida de prevención" por la marcha nacional del miércoles contra el gobierno.
Además de la terminal aérea de Cusco, están cerradas las de Juliaca y Arequipa, segunda ciudad de Perú.
En la región Ica, al sur de Lima, la policía dijo que ocho suboficiales de la Policía Nacional del Perú (PNP) resultaron heridos cuando buscaban desbloquear con gases lacrimógenos varios tramos de la Panamericana Sur que permanecen cerrados por decenas de pobladores. La carretera atraviesa el país de norte a sur.
La renuncia no es opción
Boluarte descartó este martes renunciar, una vez más, y enfatizó que ocupa la presidencia por mandato constitucional.
La mandataria aseguró que la versión según la cual ella fue quien dio un golpe al expresidente Castillo es una "narrativa de grupos de personas radicales basada en el narcotráfico, la minería ilegal y el contrabando", quienes, sostiene, también estarían detrás de las protestas violentas.
"Me iré cuando hayamos convocado a las elecciones generales (...) No tengo intención de quedarme en el poder", dijo tajante, agregando que el Congreso "sin duda alguna" va a confirmar en febrero el adelanto de las elecciones, previstas para abril 2024.
Las protestas se reanudaron el 4 de enero después de una pausa por las fiestas de fin de año y los reclamos se enfocaron en derechos sociales, desigualdad y discriminación racial en zonas históricas olvidadas del Perú de mayoría indígena.
"Que renuncie y se cambie el Congreso y nuevas elecciones, queremos un gobierno transitorio", dijo a la AFP Rosa Soncco, una indígena de 37 años que llegó a Lima desde Acomayo en Cusco para manifestar el martes junto a decenas de campesinos.
Boluarte participará el miércoles en una sesión virtual ante la Organización de Estados Americanos (OEA) para "informar la verdad" de lo que vive el país, según dijo a medios internacionales.
"Mañana me presentaré ante la OEA para informar con la verdad: el gobierno peruano y menos Dina Boluarte tienen algo que esconder, siempre he hablado con la verdad, mirando al frente a mis hermanos y hermanas, son 50 personas fallecidas en estos actos de protestas, me duele, como mujer, madre e hija, me duele", indicó.