Uno ya es candidato, el otro todavía no está oficialmente en la carrera: Donald Trump y Joe Biden, sin embargo, ya se lanzaron en una peculiar campaña, previa a las elecciones presidenciales de 2024.

"Podemos tomar el rumbo de una economía que no deja a nadie atrás", proclamó el lunes el presidente estadounidense durante una visita a Baltimore, una importante ciudad portuaria de la costa este donde exaltó un proyecto de renovación ferroviaria.

Su discurso tuvo acentos de campaña, aunque el demócrata no ha anunciado oficialmente que busca la reelección.

Biden visitará el martes Nueva York y el viernes Filadelfia, en una gira con enfoque en lo económico y lo social a la que se sumarán eventos organizados por el Partido Demócrata para recaudar fondos.

Esta reactivación, que se concentra en áreas conquistadas por los demócratas, coincide con el intento de relanzamiento de la campaña de Donald Trump, relativamente estancada desde que hizo su anuncio oficial en noviembre.

El expresidente republicano tuvo reuniones el fin de semana en los estados de Carolina del Sur y New Hampshire, donde se presentó como una figura providencial, la única capaz de "salvar al país" de una serie de peligros.

"Progresistas de limusina" 

Reconociéndose a sí mismo como "más enojado que nunca", Trump criticó la "teoría de género" y la "teoría crítica de la raza", términos que repele la derecha radical.

Los conservadores acuden a esas ideas para criticar reformas o propuestas progresistas relacionadas con la educación sexual o con el racismo y la esclavitud.

Trump también insistió en que le habían robado las elecciones de 2020.

En contraste con esa "ira" y con la idea del empeoramiento, Biden ha comenzado a retratarse como un personaje diametralmente opuesto: el "optimista" convencido de que los mejores días de Estados Unidos están por venir y el de un líder preocupado por la reconciliación.

En un discurso de la semana pasada, semejante a una hoja de ruta estratégica, Biden criticó a los "progresistas de limusina", demócratas que, en su opinión, han olvidado interesarse por el Estados Unidos popular y trabajador provocando que caiga en manos de los republicanos.

"Invisibles" 

Este martes, Biden viajó en tren entre Washington y Wilmington, su bastión desde hace años en el estado de Delaware, y se mostró casi poético para contar cuán preocupado está por las familias de clase media a las que les cuesta llegar a fin de mes.

Dijo que desde su vagón vio "luces en las ventanas" y se preguntó "cuáles serían las conversaciones alrededor de las mesas". 

"Muchas personas han sido desatendidas en el pasado, tratadas como si fueran invisibles", lamentó.

Según expertos, el demócrata debería lanzar oficialmente su candidatura en febrero tras pronunciar su discurso del estado de la Unión ante el Congreso, una intervención crucial en la vida política estadounidense. 

Biden, de 80 años, es consciente de que tiene más posibilidades en 2024 si se enfrenta a Trump, de 76 años.

A pesar de que las elecciones de 2024 todavía están lejos, las encuestas recientes muestran que el presidente demócrata toma ventaja de su antecesor, pero encara un escenario más reñido cuando los encuestadores lo enfrentan al gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, 44 años.

Publicidad