Los presidentes Joe Biden y Vladimir Putin tienen previsto dar discursos este martes (21.02.2023) con visiones marcadamente contrapuestas sobre la invasión rusa de Ucrania, un día después de la inesperada visita sorpresa del líder estadounidense a Kiev.
Biden se reunió el lunes con su par ucraniano, Volodimir Zelenski, a quien prometió nuevas armas y el apoyo "inquebrantable" de Washington, pocos días antes del primer aniversario de la entrada de tropas rusas a Ucrania.
"Un año después, Kiev está en pie. Y Ucrania está en pie. La democracia está en pie", declaró Biden en la residencia oficial del presidente ucraniano.
El martes, en el Castillo Real de Varsovia, Biden "dejará claro que Estados Unidos continúa al lado de Ucrania (...) el tiempo que sea necesario", aseguró la semana pasada el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
Ese mismo día, Biden se reunirá con su colega polaco, Andrzej Duda, y al siguiente se encontrará con los gobernantes del grupo los Nueve de Bucarest, que incluye a Bulgaria, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Rumanía, Eslovaquia y Polonia.
También conversará por teléfono con los gobernantes de Reino Unido, Francia e Italia, indicó la Casa Blanca. El canciller alemán, Olaf Scholz, deberá visitar Washington el 3 de marzo.
"En el discurso del presidente escucharás mensajes que ciertamente van a resonar con el pueblo estadounidense, ciertamente van a resonar con nuestros aliados y socios, sin duda resonarán con el pueblo polaco", declaró Kirby sobre el discurso en Varsovia.
"Y sospecho que lo escucharán enviando mensajes al señor Putin y al pueblo ruso".
Discurso a la nación de Putin
A su vez, Vladimir Putin hablará unas horas antes en Moscú, según el Kremlin, con un discurso del estado de la nación que en gran parte estará dedicado al conflicto.
En discursos previos ha rechazado la visión de la OTAN de que Rusia es una amenaza, y ha citado la historia de su país para justificar la invasión y continuarla ante la inesperada resistencia ucraniana.
Cuando lanzó la llamada operación militar especial, se esperaba una conquista rápida que propiciara la instalación de un régimen prorruso.
"Putin pensó que Ucrania era débil y que Occidente estaba dividido", sostuvo Biden el lunes. "Sencillamente se equivocó".
Según cifras de Noruega, el conflicto ha herido o matado a 180.000 soldados rusos y a 100.000 soldados ucranianos.
Otras fuentes occidentales calculan que la guerra ha dejado 150.000 bajas en cada bando.
Estados Unidos ha sido la mayor fuente de respaldo para Ucrania, con asistencia militar, económica, humanitaria y de otro tipo por más de 100.000 millones de dólares.
En Kiev, Biden prometió 500 millones de dólares en equipo militar, citando especialmente municiones de artillería, Howitzers y misiles antitanque Javelin.