Varios cientos de personas marcharon este martes en memoria de las al menos 171 víctimas mortales que dejó la enorme explosión que afectó al puerto y parte de la ciudad en el día que se cumple una semana del suceso.
Los manifestantes recorrieron las calles de la capital portando velas y se acabaron concentrando frente al puerto, donde guardaron un minuto de silencio por los fallecidos a la misma hora en la que tuvo lugar la deflagración, que también causó heridas a más de 6.000 personas y dejo a más de 250.000 sin casa.
"Hemos iluminado velas, saludado a los miembros de Defensa Civil, los bomberos, Cruz Roja, doctores y todos los libaneses que ayudaron en las calles", afirmó a Efe Hamza, un joven de 26 años que participó en la convocatoria.
"Hoy hace una semana que estamos asustados y con dolor, en shock. Hay gente que todavía no ha salido de sus casas", añadió.
La dimisión en bloque este lunes del gobierno libanés, encabezado por el primer ministro, Hasan Diab, no ha contentado a los participantes en la concentración, que corearon consignas también contra el presidente libanés, Michel Aoun.
"Han matado a mucha gente, viven en otro mundo. La dimisión del gobierno no significa nada. No tiene sentido, es como si estuvieran dando una piruleta a un niño para que olvide el dolor", indicó Hazam.
"Ya no hay nada que nos represente como libaneses", añadió.
Después de la marcha se volvieron a producir, por cuarta jornada consecutiva, algunos disturbios aunque de menor entidad que en días anteriores y algunos manifestantes se enfrentaron con la policía frente al Parlamento en un intercambio de piedras, gases lacrimógenos y balas de goma, sin que hasta el momento se haya informado de heridos.