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Para la familia López, el ataque contra José y su hijo Luis Gabriel ha sido "devastador".

Ambos estaban en el negocio familiar en Salt Lake City, ciudad del oeste de EE.UU., cuando un hombre identificado como Alan Dale Covington apareció y los atacó con una barra de metal la semana pasada.

"Vine a matar a un mexicano", les dijo Covington, un afroestadounidense de 50 años, según cuenta la familia a BBC Mundo.

Luis Gustavo, de 18 años, recibió golpes en la cara que lo dejaron gravemente herido, mientras que su padre, José López, tuvo que ser suturado en un brazo y ahora no puede trabajar.

Según un reporte del incidente del Departamento de Policía de Salt Lake City remitido a BBC Mundo, Covington dijo al llegar al negocio de los López: "Voy a matar a alguien".

Más tarde explicó a los detectives que sabía que ahí había mexicanos y luego de la agresión prometió que volvería, algo que tiene atemorizada a la familia.

"Las cosas están graves, pero pudo ser mucho peor", dice Marisol López, hija de José López, a BBC Mundo.

La familia, originaria de México, ha tenido que costear los gastos médicos y enfrenta la decepción de ver que el agresor no puede ser acusado de "un crimen de odio".

Y es que bajo la ley estatal, Covington no puede ser sujeto a una acusación de un ataque racial contra los López debido a que su agresión fue calificada como "grave".

En el estado de Utah, un "crimen de odio" solo puede ser utilizado contra un acusado de un "delito menor".

"Saber que no le pueden dar ese cargo, un crimen de odio, sí es devastador para la familia", manifiesta Marisol.

¿Cómo ocurrió el ataque?

Según la versión de la familia, José y su hijo Luis estaban en su negocio de neumáticos "Lopez Tires" la mañana del martes pasado cuando Covington apareció en la entrada.

Con una barra de metal en la mano, lanzó insultos racistas, entre ellos la amenaza de que estaba ahí para matar a mexicanos, explica López a BBC Mundo.

"Ellos lo trataron de calmar y le pidieron que se fuera. Pero entonces se puso más agresivo y le pegó a mi hermano", asegura.

Al ver que su hijo Luis estaba siendo atacado con la barra de metal, José López corrió desde la oficina del negocio hasta la entrada para defenderlo.

"Mi papá se metió entre los dos y lo cubrió de dos golpes que eran para Luis", explica a BBC Mundo.

El reporte de la policía, por su parte, corrobora que Covington entró a la tienda con una barra de metal, que usó para golpear indiscriminadamente a ambos. Luego huyó.

"Una víctima (Luis) recibió un golpe en la cabeza y fue trasladada a un hospital local en estado grave", dice el documento publicado en la página web oficial de la policía.

El sospechoso fue localizado posteriormente y puesto en custodia.

Luis fue llevado a un hospital con su pómulo derecho destrozado, así como una fractura en la cavidad de un ojo, explicó Marisol López.

Le realizaron una cirugía de tres horas para implantarle una placa de metal y fue dado de alta el viernes pasado, luego de tres días internado.

¿Por qué el ataque?

Según la familia López, Covington llegó al lugar gritando "Yo odio a los mexicanos" y preguntando si ellos eran parte de "la Mafia Mexicana", una pandilla con presencia predominante en varios estados, principalmente en California.

Según el registro de la policía, Covington enfrenta ocho cargos, incluidos dos por delitos graves de agresión con agravantes, además de cargos por posesión de drogas y armas.

El detective de la policía de Salt Lake City, Greg Wilking, dijo el viernes que al parecer el hombre estaba bajo la influencia de drogas durante el ataque y que podría tener "algunos problemas de salud mental".

Ha estado en prisión en varias ocasiones por delitos graves de agresión y abuso doméstico. En una ocasión, en la cárcel tuvo problemas con un miembro de la "Mafia Mexicana".

Covington dijo a los policías que fue a ver si en el negocio de los López había alguien de esa pandilla porque, según él, entre los mexicanos "todos se conocen".

¿Por qué no es un "crimen de odio"?

En Estados Unidos, los crímenes de odio se definen generalmente como "ataques físicos motivados por prejuicios". Las acusaciones por crimen de odio pueden aumentar significativamente la sentencia pues son considerados ataques contra un individuo, una comunidad y la sociedad.

Existen leyes federales en EE.UU. sobre delitos de odio, pero en Utah solo los ataques considerados "no graves" -llamados delitos menores- pueden clasificarse como crímenes de odio.

"Si esto fue un crimen de odio o no no es ni siquiera una cuestión que puedo poner sobre la mesa, no tengo una ley que me permita hacerlo", señaló el fiscal del condado de Salt Lake City, Sim Gill, a la BBC.

"El estado ha renunciado a su responsabilidad durante los últimos 20 años, por eso nunca se ha procesado un delito de odio a nivel estatal".

En Utah, la última de un total de tres propuestas para darle "dientes" a las autoridades judiciales y perseguir crímenes de odio no fue bien acogida por los legisladores locales.

La propuesta aumentaba las penas si el acusado era condenado por atacar a alguien por "ascendencia, discapacidad, etnia, género, identidad de género, origen nacional, raza, religión u orientación sexual".

Según la declaración de la policía, Covington fue al negocio de los López porque "sabía que eran mexicanos", lo que convertiría su ataque en un crimen de odio bajo la anterior definición.

Pero al enfrentar cargos considerados "graves", no puede ser acusado por este tipo de delitos.

Gill explicó a la BBC que el estado tenía 94 posibles delitos de odio el año pasado, pero solo uno podría ser procesado a nivel federal.

Los delitos de odio en EE.UU. crecieron un 17% en 2017, el tercer año consecutivo en que aumenta este tipo de incidentes, según el Buró Federal de Investigaciones (FBI).

"Nos tiene atemorizados"

Juan López ha dicho que no quiere volver a su negocio, la fuente principal de ingresos de la familia, luego de que Convington amenazara con volver.

Además de ello, Marisol López dice que la familia está a la espera de una gran factura por la atención médica de Luis, pues ni el joven ni su padre cuentan con seguro.

"Nos tiene atemorizados. Fue inesperado, nunca habíamos visto a ese individuo antes", cuenta a BBC Mundo.

La familia inició una petición en GoFundMe para pagar las cuentas y en solo tres días recaudaron US$64.000 de los US$20.000 que se habían puesto como meta.

Marisol López agradeció la generosidad y muestras de afecto que ha recibido la familia.

Pero también pide que haya un cambio en las leyes para que ataques como el que recibió su padre y su hermano puedan evitarse en el futuro.

"Esperamos que algo pueda cambiar".

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