Un nuevo episodio de la crisis venezolana sacude la política de ese país.
El denominado "Acuerdo de la Mesa de Diálogo Nacional" anunciado el lunes por el oficialismo y un grupo de opositores siembra nuevas incertidumbres respecto al desarrollo del conflicto político que se vive en Venezuela.
Representantes de los partidos políticos Cambiemos, MAS, Avanzada Progresista y Soluciones, que son parte de la coalición liderada por el presidente de la Asamblea Nacional (parlamento), Juan Guaidó, rubricaron el documento presentado en Caracas.
El acuerdo contempla la reincorporación de casi 50 miembros del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela al ente legislativo, además de la liberación de algunos líderes opositores presos, una reforma del Consejo Nacional Electoral (CNE) y otros aspectos relacionados con la economía, la escasez de alimentos y la soberanía nacional.
La Asamblea está controlada por la oposición desde las elecciones celebradas a finales de 2015, en las que logró dos tercios del órgano legislativo. Poco después, el ente fue declarado en desacato por las autoridades judiciales, afines al gobierno.
El anuncio del acuerdo se produjo un día después de que Guaidó diera por concluido el diálogo con el gobierno de Maduro que tenía lugar con la mediación de Noruega.
Pero, ¿cuán representativo es el grupo de la oposición detrás del pacto? Y, ¿qué impacto puede llegar a tener tanto para el gobierno de Maduro como para la oposición?
Minoría
"Son un conjunto de partidos que, si no me equivoco, tienen menos de 8 diputados de más de 160 que hay en el poder legislativo", le explica a BBC Mundo Geoff Ramsey, investigador del centro de estudios WOLA (The Washington Office on Latin America) y especializado en Venezuela.
Por ello, añade, la oposición seguirá controlando la mayoría de la Asamblea Nacional.
El experto señala que, si bien este acuerdo puede beneficiar al gobierno de Nicolás Maduro a corto plazo, por exponer las diferencias dentro de la oposición, no le traerá mayores beneficios a largo plazo.
"Es poco probable que reciba ningún tipo de apoyo internacional, a menos que el diálogo lleve a elecciones presidenciales, pero por el momento, no se ha mencionado eso", considera Ramsey.
Por su parte, Gustavo Ocando, colaborador BBC Mundo en Venezuela, destaca que los que firmaron el acuerdo con el gobierno son "opositores que vienen de partidos realmente minoritarios de la oposición venezolana".
Algunos de esos partidos, dice el periodista, "no tienen una representatividad ni siquiera en el Parlamento nacional".
El hecho de que este sector sea una minoría dentro de la oposición hace que este acuerdo -en su opinión- no tenga un verdadero impacto en la crisis política venezolana.
"Es un golpe simbólico más que efectivo, porque el poder real en la Asamblea Nacional sigue en manos de la oposición", señala Ocando.
Perspectivas para la crisis
El analista político Fernando Posada sostiene que el pacto añade más incertidumbre en el desarrollo de la crisis venezolana y no ve que las posiciones del oficialismo o de la oposición más numerosa y liderada por Juan Guaidó vayan a cambiar.
"Todo lo que ha sucedido nos está demostrando que las posturas no se mueven. El gobierno de Maduro está decidido a perpetuarse en el poder y, por otro lado, los opositores tienen el objetivo de que caiga el régimen. No hay mucho punto medio", señala a BBC Mundo.
El experto sostiene que este acuerdo puede precipitar un nuevo cambio de estrategia en la oposición y que incluso se puede llegar a situaciones de violencia no calculadas.
En este contexto, Posada augura que la dinámica en la Asamblea Nacional tras el acuerdo de reincorporar a los asambleístas del chavismo no cambiará.
Respecto al rol del oficialismo, Geoff Ramsey sostiene que si bien el gobierno muestra "una cara más flexible al mundo y que está dispuesto a negociar, en realidad lo está haciendo bajo sus propios términos".
Pone como muestra de ello la falta de interés en el mundo diplomático en apoyar este diálogo.
"La prueba es la declaración de hoy de la Unión Europea, que dijo que rechaza este proceso por falta de representación de todas las facciones de la oposición venezolana", apunta.
Oposición debilitada
Además de la fractura reciente, el mayor problema que tiene el bloque opositor es la falta de resultados reales tras sus acciones, indica Fernando Posada.
El analista mencionó como ejemplos el intento fallido de hacer llegar a Venezuela las donaciones internacionales que llegaron a países fronterizos y la gran movilización callejera de mayo, después de que el líder opositor Leopoldo López recuperara su libertad.
"Guaidó y su bloque lograron el reconocimiento de una cantidad significativa de la comunidad internacional y al mismo tiempo tiene una capacidad ejecutiva muy pequeña. Como la oposición no logra resultados que debiliten a Nicolás Maduro, Guaidó pierde liderazgo", concluyó el experto.