En lo que respecta a la distribución de vacunas, hay una pregunta que la mayoría de la gente se hace: ¿cuándo me la ofrecerán? Un puñado de países se han fijado objetivos muy específicos, pero para el resto del mundo el panorama es mucho menos claro. ¿Qué se sabe actualmente?
Vacunar al mundo contra el Covid-19 es una cuestión de vida o muerte.
Implica procesos científicos complicados, corporaciones multinacionales, muchas promesas gubernamentales en conflicto y una gran dosis de burocracia y regulación, por lo que determinar cuándo y cómo se administrarán las vacunas en todo el mundo no es fácil.
Agathe Demarais, directora de pronóstico global de la Unidad de Inteligencia del Economist, Economist Intelligence Unit (EIU), realizó una de las investigaciones más completas sobre el tema.
La EIU analizó la capacidad de producción mundial y la infraestructura de atención médica necesaria para que estas vacunas lleguen a los brazos de las personas, el tamaño de la población de cada país y, por supuesto, lo que cada nación puede pagar.
Gran parte de los resultados de la investigación parecen enmarcarse en parámetros predecibles de ricos versus pobres.
El Reino Unido y Estados Unidos están bien provistos de vacunas en este momento, porque pudieron invertir mucho dinero en el desarrollo de vacunas.
Otros países ricos como Canadá y el bloque de la Unión Europea (UE) van un poco más atrás.
La mayoría de los países de bajos ingresos aún no han comenzado a vacunar, pero en este grupo hay algunas sorpresas, especialmente en el medio.
Aquí puedes explorar cómo se está desarrollando el programa de vacunación en todo el mundo y en tu país.
Canadá enfrentó críticas a fines del año pasado por comprar cinco veces el suministro que el país necesita para cubrir su población. Pero aún así este país no parece estar bien posicionado en materia de entregas prioritarias.
Y esto se debe a que Canadá decidió invertir en vacunas de fábricas europeas, ante el temor de que Estados Unidos bajo Donald Trump emitiera prohibiciones de exportación. No fue una buena apuesta.
Las fábricas europeas han tenido problemas de suministro y recientemente fue la UE, no Estados Unidos, la que amenazó con prohibir exportaciones.
"Mientras el mercado europeo no tenga suficientes vacunas, creo que las grandes importaciones de Canadá no se concretarán", señaló Agathe Demarais.
Pero también hay algunos países a los que les está yendo mejor de lo esperado.
Al momento de escribir esta nota, Serbia ocupaba el octavo lugar en el mundo en cuanto al porcentaje de población vacunada, por delante de cualquier país de la UE.
El éxito de Serbia se debe en parte a un plan eficiente de vacunación. Pero este país también se ha beneficiado de la llamada "diplomacia de las vacunas", la puja entre Rusia y China por influencia en Europa del Este.
Serbia es uno de los pocos países donde la vacuna rusa, Sputnik V, y la vacuna china SinoPharm ya están disponibles.
Los serbios pueden elegir en teoría qué vacuna preferirían recibir: Pfizer, Sputnik o SinoPharm.
En la realidad, la mayoría de las personas han sido vacunadas con SinoPharm.
Es factible que los países que usan una primera y segunda dosis de SinoPharm también busquen dosis de refuerzo de China, si son necesarias en el futuro.
Los Emiratos Árabes Unidos, EAU, también dependen en gran medida de la vacuna SinoPharm, que representa el 80% de las dosis administradas en este país hasta el momento.
Los EAU también están construyendo una planta de producción de SinoPharm.
"China viene con instalaciones para producción y trabajadores capacitados, por lo que es probable que su influencia sea a largo", afirmó Agathe Demarais.
"Será muy difícil para los gobiernos receptores decir no a China en el futuro".
Sin embargo, ser una superpotencia mundial de vacunas no significa que la población en estas naciones será inoculada primero.
La investigación de la EIU predice que dos de las potencias de producción de vacunas del mundo, China e India, pueden no haber vacunado a toda su población sino hasta fines de 2022.
Esto se debe a que ambos países tienen que lidiar con una enorme población y escasez de trabajadores de la salud.
La investigación de la Unidad de Inteligencia del Economist tuvo en cuenta la oferta de vacunas, el tamaño de la población de cada país, la disponibilidad de trabajadores de la salud, la logística y la financiación.
El éxito de India como productor de vacunas para combatir el covid se debe en parte a un hombre, Adar Poonawalla.
Su compañía, el Instituto Serum de India, es la mayor fabricante de vacunas del mundo.
Pero a mediados del año pasado su familia empezó a dudar de su instinto empresarial.
Poonawalla estaba apostando cientos de millones de dólares de su propio dinero en vacunas sin saber si algún día serían efectivas.
En enero, la primera de esas vacunas, desarrollada por Oxford y AstraZeneca, se puso a disposición de India. La empresa de Poonawalla produce actualmente 2,4 millones de dosis de la vacuna de Oxford al día.
Su compañía es uno de los dos principales proveedores de la India y también suministra vacunas a Brasil, Marruecos, Bangladesh y Sudáfrica.
"Pensé que toda la locura en torno a la oferta de vacunas terminaría cuando comenzáramos la etapa de producción", señaló.
"Calculaba que habría muchos otros fabricantes para satisfacer la demanda a nivel mundial. Pero lamentablemente, en el primer trimestre, y quizás incluso en el segundo trimestre de 2021, no vamos a ver un aumento sustancial de la oferta".
Uno de los grandes problemas según Poonawalla es que la producción no puede incrementarse de la noche a la mañana.
"Se necesita tiempo", aseguró. "La gente piensa que el Instituto Serum puede lograr lo que sea. Sí, somos buenos en lo que hacemos, pero no tenemos una varita mágica".
El Instituto Serum tiene una ventaja, porque comenzó a construir instalaciones en marzo del año pasado y a almacenar insumos como productos químicos y viales de vidrio.
La cantidad de vacuna que se elabora puede variar mucho durante el proceso de producción y hay varias etapas en las que las cosas pueden salir mal.
"Producir vacunas es tanto un arte como una ciencia", señaló Agathe Demarais.
A los fabricantes que comienzan ahora todo el proceso les llevará meses producir vacunas.
Y lo mismo se aplica a refuerzos que podrían ser necesarios para combatir nuevas variantes.
Poonawalla dijo que está comprometido a abastecer a India primero y luego a África a través de un plan llamado Covax.
Covax es una iniciativa liderada por la Organización Mundial de la Salud, Gavi (la Alianza para las Vacunas) y CEPI, la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias.
Su objetivo es que todos los países del mundo puedan acceder a vacunas.
Las naciones que no pueden pagar las vacunas las obtendrán gratis a través de un fondo especial. El resto pagará, pero la teoría es que obtendrán un mejor precio negociando a través del bloque de Covax que si lo hicieran por su cuenta.
Covax planea comenzar a entregar vacunas a fines de febrero.
Mientras tanto, un desafío a los planes de Covax es que muchos países de bajos recursos también están negociando sus propios acuerdos.
Adar Poonawalla señaló que casi todos los líderes africanos del continente se han puesto en contacto con él para acceder a las vacunas de forma independiente.
La semana pasada, Uganda anunció que había obtenido 18 millones de dosis del Instituto Serum a un precio de US$7 la dosis, un monto mucho mayor que los US$4 que paga Covax.
Covax instó a los países desarrollados a donar más fondos a su programa de vacunación.
El Instituto Serum Institute afirmó que está en conversaciones con Uganda, pero negó haber firmado un acuerdo.
Poonawalla suministrará 200 millones de dosis de la vacuna de Oxford/Astra Zeneca a Covax tan pronto como obtenga la aprobación de la OMS.
El Instituto Serum también prometió a Covax 900 millones de dosis más, aunque no confirmó cuándo se entregarán.
Aunque está comprometido con el plan, Poonawalla cree que la iniciativa global enfrenta problemas.
Covax está lidiando con demasiados productores de vacunas diferentes, señaló, y cada uno ofrece diferentes precios y plazos de entrega.
Agathe Demarais y la EIU tampoco son demasiado optimistas sobre lo que la iniciativa puede lograr.
Incluso si todo sale según lo planeado, Covax solo apunta a cubrir este año entre el 20% y el 27% de la población de cada país.
"Covax va a tener un impacto marginal, no cambiará sustancialmente el panorama", dijo Demarais.
De acuerdo a su análisis para la Unidad de Inteligencia del Economist, es posible que algunos países no estén completamente vacunados antes de 2023, o nunca.
La vacunación puede no ser una prioridad para todos los países, especialmente aquellos que tienen una población joven y no han experimentado gran número de casos graves.
El problema con ese escenario es que mientras el virus pueda prosperar en algún lugar, podrá mutar y migrar a otras partes del mundo.
Sin embargo, no todo son malas noticias. Las vacunas se están produciendo más rápido que nunca, aunque la magnitud del desafío (inocular a 7.700 millones de personas) es enorme y se trata de algo que nunca antes se había intentado.
Demarais cree que los gobiernos deben ser honestos con su población sobre lo que es posible: "Es muy difícil para un gobierno decir, 'No, no vamos a lograr una cobertura de inmunización generalizada durante varios años". Nadie quiere decir eso ".
Periodismo de datos de Becky Dale y Nassos Stylianou.