"Fallos sistémicos y una toma de decisiones atrozmente mala" de las autoridades encargadas de dar respuesta al suceso.
Es lo que revela el nuevo informe, el más exhaustivo hasta el momento, sobre el tiroteo de la escuela de Uvalde (Texas) en el que murieron 21 víctimas y el atacante el pasado 24 de mayo.
El informe preliminar de un comité de la Cámara de Representantes del estado se hizo público el domingo tras ser entregado primero a las familias de las víctimas.
Describe una actitud "de indiferencia generalizada" por parte de las autoridades en el lugar de los hechos.
La policía esperó más de una hora fuera de las aulas antes de que entrara un equipo.
El atacante, de 18 años, perpetró una masacre en la escuela primaria Robb en la ciudad de Uvalde, Texas, donde mató a 19 niños y dos maestras.
El comité indicó que el nuevo informe, de casi 80 páginas, aporta el relato más completo hasta el momento de lo que sucedió durante y después del ataque.
Concluye que la escuela no estaba adecuadamente preparada para el riesgo de un asaltante armado y solía dejar las puertas abiertas o sin llave, lo que contraviene las políticas de seguridad en el distrito escolar.
Debido a fallos en el mantenimiento y a la preparación previa del ataque, el tirador probablemente mató a la mayoría de sus víctimas antes de que los servicios de respuesta entraran en el edificio, explica el informe.
"De las aproximadamente 142 rondas que disparó el atacante dentro del edificio, es casi seguro que gastó más de 100 antes de que entrara cualquier agente".
El día de la masacre acudieron a la escuela 376 efectivos, la mayoría policías federales y estatales.
El jefe de policía de centros escolares de Uvalde, Pete Arredondo, redactó en el momento el plan de respuesta al tirador, asignándose a sí mismo el mando del incidente, pero testificó que no consideraba que hubiera asumido tal papel ese día.
Arredondo renunció a su puesto después de que se le diera de baja administrativa el mes pasado.
"El vacío de liderazgo podría haber contribuido a la pérdida de vidas, ya que las víctimas heridas esperaron más de una hora para recibir ayuda y el atacante continuó disparando esporádicamente su arma", especifica el informe.
Ningún efectivo de respuesta tomó la iniciativa, agrega.
Si bien el informe critica duramente a las fuerzas del orden, también expone que no hay nadie "a quien podamos atribuir mala fe o malas intenciones" al margen del atacante.
A principios de esta semana, un periódico local publicó imágenes filtradas de cámaras de vigilancia de Uvalde, que muestran la llegada del joven armado y la policía esperando 77 minutos para confrontarlo.
Ese vídeo se publicó días antes de que los funcionarios anunciaran que habían planeado mostrárselo a las familias o hacerlo público.