La condena a una madre de 28 años divide a Uruguay.

Este sábado, la mujer dejó a sus cuatro hijos solos durante la noche para ir a trabajar como prostituta. La mayor, de 12 años, quedó a cargo de sus hermanos de 8 y 5 años, y 6 meses.

Esa misma madrugada el bebé falleció por muerte súbita.

"Yo no tenía que haberlos dejado solos. Pero lo hice porque no tenía dinero", declararía después ante la justicia, según informaron medios locales.

"Dudaba en ir o no ir. Me ofrecieron un buen dinero. Entonces mi hija de 12 años me dijo que fuera, que ella se quedaba cuidando a sus hermanos. Por eso fui", agregó.

Sin embargo, durante el juicio abreviado de este lunes, la mujer fue condenada.

En declaraciones con los medios, la fiscal del caso, Flavia Cedrés, explicó que tal como confirmó el informe forense, la presencia de la madre no hubiese podido evitar la "tragedia familiar".

Es que el bebé falleció mientras dormía por el llamado Síndrome de Muerte Súbita del Lactante, definida como la "muerte repentina, inesperada e inexplicable de un bebé aparentemente sano", según el Sistema Nacional de Salud de Reino Unido, donde más de 200 niños mueren por ello cada año.

"La sociedad estaba toda esperando que se la condenara directamente por el homicidio, eso era lo que todos querían, pero la muerte del bebé fue súbita, lamento informarlo", le dijo Cedrés al diario uruguayo El Observador.

Entonces ¿qué delito cometió?

Patria potestad

En palabras de Cedrés, la madre "no es responsable de la muerte, pero sí de haberlos dejado solos (a sus hijos)".

"Si la tragedia no hubiera ocurrido y la situación se hubiera denunciado igual, seguía siendo responsable y también configuraría un delito", agregó.

La mujer fue condenada por omisión a los deberes inherentes a la patria potestad que, según la legislación uruguaya, conlleva una pena de entre 3 y 12 meses de prisión.

Sin embargo, la justicia le otorgó una serie de penas alternativas que incluyen un régimen de libertad vigilada, tratamiento psicológico y seguimiento gubernamental de los niños.

De acuerdo con la fiscal, todo adulto responsable de menores de 18 años incurre en el delito de omisión a los deberes inherentes a la patria potestad cada vez que los deja sin un adulto responsable a cargo.

"Juicio moral"

El caso generó conmoción en el país sudamericano que, desde hace 3 años, tiene un Sistema de Cuidados para brindar apoyo en situaciones como las de padres trabajadores que no tienen con quién dejar a sus hijos.

No obstante, Julio Bango, el director del organismo gubernamental, explicó este miércoles a El Observador que el caso de esta madre es "complejo" y "queda fuera de estos servicios".

El problema no es su trabajo, ya que la prostitución es legal en Uruguay. El problema, dijo, es la falta de horarios fijos y que muchos turnos laborales son de madrugada.

"Hay miles de adolescentes que cuidan a sus hermanos o hijos", afirmó, destacando que este caso abre un debate.

En esa misma entrevista Bango opinó que la decisión judicial de condenar a la madre fue "un disparate".

A su vez, Fabiana Goyeneche, directora de Desarrollo Social de la Intendencia de Montevideo, escribió en Twitter: "Madre pobre, sola, a cargo de 4 hijos, es imputada. No lo causó, no podría haberlo evitado. Pero la patria potestad exige a las mujeres pobres lo que no exige a los padres".

"Esto no es justicia, es patriarcado y clase", agregó.

Pero no todos los pronunciamientos fueron a favor de la mujer.

Su abogada, la defensora pública Claudia Balliero, dijo a los medios que la madre fue amenazada y que, durante la audiencia judicial, intentaron incendiar su casa, ubicada en Ciudad del Plata, ubicada a unos 30 kilómetros de Montevideo.

Mientras que los niños están de forma provisional bajo el cuidado de tíos y abuelos, a la espera de una decisión judicial, se le aconsejó a la mujer que no regrese al hogar por cuestiones de seguridad.

Durante el juicio, Balliero sostuvo que su defendida es una madre presente. Los niños van a la escuela y tienen todos los controles médicos, afirmó.

Los padres de los niños, en cambio, no contribuyen con la manutención de sus hijos de forma periódica ni tienen régimen de visitas.

"Nosotros somos aplicadores del derecho y, como tal, el reproche nuestro es jurídico y no moral. El reproche moral lo hace la sociedad", declaró a la radio Universal de Uruguay.

"Hay cosas que quizás moralmente son sumamente reprochables y jurídicamente no. Entonces tenemos que saber separar", agregó.

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