El saldo fue trágico, pero pudo haber sido mucho peor.
Los ataques extremistas ocurridos en las localidades españolas de Barcelona y Cambrils dejaron 14 muertos y más de un centenar de heridos.
La agresión en Barcelona, donde el jueves por la tarde un conductor atropelló a lo largo de un trayecto de unos 600 metros a los peatones que se encontraban paseando por Las Ramblas -el bulevar turístico más importante de la ciudad-, ocasionó 13 muertes y unos 100 heridos.
Pocas horas más tarde, en la madrugada del viernes, se produjo un ataque similar en la localidad de Cambrils, ubicada en la provincia de Tarragona, a unos 120 kilómetros de Barcelona. Una persona perdió la vida y siete resultaron heridas en este ataque.
El atacante de Barcelona logró escapar, pero en Cambrils cinco agresores murieron a manos de la policía.
Según descubrieron las autoridades, ambos sucesos estaban relacionados y formaban parte de una operación más grande y mucho más ambiciosa.
BBC Mundo te ofrece tres elementos que revelan en parte cuál era la verdadera dimensión de la trama yihadista que golpeó en Cataluña.
Una misma célula
Las autoridades creen que los atacantes de Barcelona y Cambrils pertenecían a una misma célula yihadista integrada por, al menos, 12 miembros.
Cinco de estos fallecieron a manos de la policía durante el ataque en Cambrils: Moussa Oukabir, Said Aallaa, Mohamed Hychami, Omar Hychami y Houssaine Abouyaaqoub.
Hay cuatro personas detenidas, tres de ellas en la localidad de Ripoll: Driss Oukabir, quien dijo a las autoridades que su documento de identidad había sido robado por su hermano Moussa para alquilar los vehículos usados en los ataques; Sahal el-Karib y Mohammed Aallaa.
También fue arrestado Mohamed Houli Chemlal, tras la explosión aparentemente accidental el miércoles de una vivienda en la localidad de Alcanar.
La policía se encuentra tras la pista de Younes Abouyaaqoub, de quien se sospecha era el conductor de la furgoneta usada en el ataque en Las Ramblas.
También buscan a Youssef Aallaa, hermano de Said; y a Abdelbaki Es Satty, un imán de Ripoll, de quien se cree puede haber sido el responsable de adoctrinar a los jóvenes. Sin embargo, las autoridades no descartan que los dos últimos hayan fallecido en la explosión en Alcanar, donde fueron hallados los restos de dos personas aún sin identificar.
Una operación de larga data
Según explicó el portavoz de la policía catalana, Josep Lluis Trapero, las autoridades creen que la célula había estado planificando ataques desde hace más de seis meses.
Sin embargo, se cree que la explosión de la vivienda en Alcanar habría precipitado los acontecimientos, por lo que optaron por realizar los atropellamientos usando las furgonetas.
Según le comentó una vecina de esa localidad a la agencia AFP, cuatro hombres habían estado usando esa vivienda aproximadamente desde abril.
"Eran muy discretos, demasiado discretos. Las persianas permanecían cerradas. No había música, ni niños, ni mujeres", contó.
"A veces ellos se quedaban solo durante dos días y luego se marchaban. Me decían hola, pero nunca me miraron a los ojos", agregó.
Carga explosiva
En la vivienda de Alcanar, las autoridades encontraron rastros de triperóxido de triacetona, un explosivo casero muy utilizado por el autodenominado Estado Islámico (EI).
Además, en el lugar se recolectaron unos 120 cilindros o tanques de gas doméstico.
La policía cree que la vivienda de Alcanar era una suerte de fábrica de explosivos domésticos y que los yihadistas planeaban cargar con los cilindros de gas las furgonetas que habían alquilado para realizar los ataques.
De haberlo conseguido, sus efectos habrían podido ser mucho más devastadores.