A Patrick Crusius se le atribuye un "manifiesto" publicado en internet contra la "invasión hispana en Texas".

El joven blanco de 21 años es el sospechoso de abrir fuego en una tienda Walmart de El Paso, Texas, y matar a al menos 22 personas, 8 de ellas mexicanas, y dejar a otras 26 heridas.

Unos 90 minutos antes del tiroteo, el "manifiesto" apareció en línea antes de ser eliminado.

En él, Crusius presuntamente expuso que Texas se encontraba en medio de una "invasión hispana" y que personas de origen extranjero estaban tomando el lugar de los blancos en Estados Unidos.

El manifiesto comparte muchas ideas del supremacismo blanco que se han divulgado en años recientes con base en la llamada "teoría del reemplazo", planteada por el filósofo francés Renaud Camus en un libro de 2012.

Se cree que Crusius viajó desde el área de Dallas hasta El Paso para cometer el ataque en una ciudad fronteriza con México donde ocho de cada 10 residentes son de origen latino.

Casi todo el estado de Texas ha estado muy relacionado con los latinos histórica, demográfica y culturalmente desde hace siglos.

Pero hay un dato que ha sido divulgado en el estado con mucha más frecuencia en los últimos años: el número de habitantes blancos pasará al segundo lugar en 2022.

Según estimaciones demográficas oficiales, los hispanos -como suele denominarse a la población latina en Estados Unidos- serán la primera mayoría poblacional a partir de ese año.

¿Por qué el cambio?

El doctor Rogelio Sáenz, especialista en demografía de la Universidad de Texas en San Antonio, le explica a BBC Mundo que la idea de la "invasión" ha sido parte de la conversación en el estado por largo tiempo.

"Desde hace 20 años hay gente blanca que ha estado diciendo que hay una invasión de latinos, principalmente mexicanos, que viene a tomar sus tierras. Es una cosa fantasiosa", indica.

Los especialistas en demografía comenzaron a proyectar desde hace años los fenómenos poblacionales, pues desde hace al menos cinco décadas se mostraba un cambio en la población blanca en Texas.

"Ha disminuido tremendamente su fecundidad y ha envejecido rápidamente. Y la juventud de la población latina ha hecho el crecimiento mucho más grande. Principalmente en los 80, 90 y principios de este siglo", dice Sáenz.

Actualmente la edad media de los texanos blancos es de 44 años, mientras que la de los latinos es de 31.

Una población blanca que envejece y tiene menos hijos ha coincidido desde hace varias décadas con la población latina más joven y más fecunda.

Eso se reflejó en que la población latina pasó de 25% en 1990 a 32% en 2000 y 37% en 2010, año en que se levantó el último censo en Estados Unidos.

La mayoría latina en 2022

El número de latinos en Texas también creció por la inmigración, principalmente la mexicana, de la segunda mitad del siglo pasado.

Pero Sáenz explica que el fenómeno se redujo no solamente en Texas, sino a nivel nacional, con el endurecimiento de las políticas fronterizas de los últimos gobiernos de Estados Unidos.

"Ha disminuido tremendamente la migración mexicana a Estados Unidos. En los últimos 10 años ha bajado el volumen de migración (mexicana) como 40%. Y ha aumentado la centroamericana", señala.

Adicionalmente, las familias de latinos actualmente están compuestas por menos integrantes que las generaciones pasadas, lo que ha disminuido el aceleramiento de su crecimiento.

Aun así, para el año 2022 las proyecciones de población de la Oficina del Censo de EE.UU. indican que para 2022 habrá por primera vez una mayoría de latinos en Texas.

Las estimaciones indican que los latinos serán unos 32.000 más que los blancos.

Los texanos afroestadounidenses, asiáticos y de otras razas seguirán creciendo, pero el número aún los pone muy por debajo de los blancos y los latinos.

"Miedo" al cambio

Texas fue un territorio de México hasta 1836, año en que una fuerza armada de migrantes estadounidenses -con participación de algunos texanos mexicanos- estableció una república.

El territorio gozó de independencia hasta 1845, año en que Estados Unidos negoció la anexión como el estado número 28 de ese país.

Por eso el doctor Rogelio Sáenz considera que hablar de una "invasión" de latinos a Texas parte, en principio, de una idea que desconoce la historia.

"Había gente hispana, mexicana, que peleó por la independencia de Texas en ese tiempo", recuerda.

Tras la anexión a EE.UU. en Texas se comenzó a asentar una cultura política dominada por los anglosajones, lo cual se afianzó a lo largo de los siguientes dos siglos.

Aunque en ese tiempo se ha dado una integración cultural amplia, Sáenz explica que en Texas persiste "una gran distancia social" entre los miembros de diferentes razas.

"No se acepta a la población latina. Hay una parte de la población blanca que es más progresista, naturalmente, pero todavía hay resistencia en Texas", señala el experto de la Universidad de Texas.

Políticamente "hay un gran miedo a los cambios" en la población blanca que tiende a ser más conservadora, afín al Partido Republicano.

En cambio, los latinos tienden a optar por el Partido Demócrata, y el hecho de que hay cada vez más latinos en zonas rurales en donde tradicionalmente solo hay blancos, genera tensiones, explica Sáenz.

"Están viendo que en unos 3 años va a haber más latinos que blancos, y yo creo que sí se sienten amenazados en Texas", considera el experto.

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