Irán ha negado "categóricamente" cualquier vínculo con el ataque contra Salman Rushdie del pasado viernes y acusó al escritor y a sus seguidores de ser "los únicos merecedores de culpa" por lo sucedido.
Rushdie, de 75 años, resultó herido de gravedad el viernes después de haber sido apuñalado mientras estaba en el escenario durante un evento en el estado de Nueva York.
Según informaron personas cercanas al escritor, este ya puede respirar sin ayuda.
El joven acusado de haber llevado a cabo el ataque, fue identificado como Hadi Matar, de 24 años.
Se declaró como no culpable frente a los cargos de intento de asesinato y asalto. Se le acusa de haberse subido al escenario y apuñalar a Rushdie al menos 10 veces en la cara, cuello y abdomen.
Rushdie tuvo que esconderse durante casi 10 años, luego de publicar "Los versos satánicos" en 1988. El libro fue recibido con furia por muchos musulmanes, quienes argumentaron que la representación que hizo el autor del Profeta Mahoma era un gran insulto a su fé.
El entonces líder iraní, Ayatollah Rohollah Jomeneí, emitió una fatua pidiendo la muerte del autor, y ofreciendo una recompensa de US$2,5 millones por la cabeza del autor.
La fatua se mantiene activa y, aunque el gobierno iraní se haya distanciado de la orden, una organización religiosa cuasi oficial agregó US$500.000 más a la recompensa en 2012.
Distancia, pero no tanta
El secretario de estado de EE.UU., Antony Blinken, ya había acusado a los medios en Irán de vanagloriarse del ataque y se había referido a su comportamiento como "despreciable".
Los medios en Irán han informadoámpliamentedel ataque, calificándolo de "retribución divina".
El noticiero estatal de Irán Jaam-e Jam recalcó la posibilidad de que Rushdie pudiera perder un ojo luego del ataque, diciendo que "se ha cegado uno de los ojos de Satanás".
A medida que surgían informaciones del ataque del viernes, las miradas comenzaron a volcarse hacia Teherán.
Pero este lunes, el portavoz del ministerio del interior Iraní Nasser Kanaani ofreció la primera declaración oficial luego del incidente, asegurando que Teherán negaba "categóricamente" cualquier vínculo con el atacante, y luego diciendo que "nadie tiene el derecho de acusar a la República Islámica de Irán".
También aseguró que la libertad de expresión no justificaba que Rushdie insultara a la religión en sus escritos.
"Consideramos que Salman Rushdie y sus seguidores son los únicos merecedores de culpa, y hasta condena, en este ataque", aseguró el portavoz durante su conferencia de prensa semanal en Teherán.
"Al insultar los asuntos sagrados del Islam y violando los límites de más de 1.500 millones de musulmanes y todos los seguidores de las religiones sagradas, Salman Rushdie se ha expuesto a la ira y furia de la gente."
La única información que Irán tenía del atacante era la que había aparecido en medios, añadió el portavoz.
Occidente reacciona
La posición de Irán frente al ataque llevó a un portavoz del gobierno británico a decir que era "absurdo" sugerir que Rushdie tuviera algún tipo de responsabilidad en el ataque.
Dijo además que "no solo fue un ataque" a Rushdie, sino que "fue un ataque a la libertad de expresión".
Una idea similar había expresado Blinken anteriormente, diciendo que Rushdie había "defendido consistentemente los derechos universales de la libertad de expresión, libertad de religión o creencia, y libertad de la prensa".
"Mientras que las autoridades continúan investigando el ataque, me acuerdo de las fuerzas perniciosas que buscan despreciar estos derechos, a través del discurso del odio y el incitamiento a la violencia".
Blinken también dijo que EE.UU. y sus socios usarían "todas las herramientas apropiadas" a su disposición para enfrentar lo que él mismo llamó "estas amenazas".
El domingo, el hijo de Rushdie dijo que el autor continuaba en condición crítica.
"A pesar de que sus heridas son severas, su usual sentido del humor combativo y desafiante se mantienen intactos", dijo.