Ha sido calificado como un golpe duro para los rusos, "un daño más psicológico que material".

El Moskva, el crucero de misiles insignia ruso del Mar Negro, se hundió tras una "explosión" ocurrida el pasado miércoles, según confirmó el Ministerio de Defensa ruso.

El buque estaba siendo remolcado a puerto cuando los "tormentosos mares" hicieron que se hundiera, según un comunicado.

Kiev dice que sus misiles golpearon el buque de guerra.

Moscú no ha reportado ningún ataque y afirma que el barco se hundió después de un incendio que provocó la explosión de las municiones de la embarcación.

Según el ejército ucraniano, el Moskva fue atacado con misiles Neptune de fabricación local, un arma que se diseñó tras la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014.

Estados Unidos describió la noticia como un "gran golpe", pero sus funcionarios no pudieron confirmar si los misiles ucranianos Neptune fueron los responsables del hundimiento del barco.

Con 12.490 toneladas, el Moskva es el buque de guerra ruso más grande que se ha hundido en combate desde la Segunda Guerra Mundial.

El crucero de misiles de 510 tripulantes era un importante símbolo del poder militar de Rusia y estaba liderando el asalto naval a Ucrania.

Ahora Rusia tendrá que continuar la batalla sin su buque insignia, lo que podría ser difícil.

Una pérdida "humillante"

Los expertos concuerdan en que se trata de un importante revés para las fuerzas rusas, tanto por razones militares como morales.

La mayoría no pone en duda que complicará aún más las ambiciones del Kremlin en Ucrania.

"La desaparición del otrora poderoso Moskva es vista como justicia poética en Ucrania", explica Frank Gardner, corresponsal de seguridad de la BBC.

"Es probable que este incidente provoque que los buques de guerra rusos tengan que alejarse más de la costa por su propia seguridad".

Jenny Hill, corresponsal de la BBC en Moscú, señala que el hundimiento del Moskva es una pérdida "significativa y humillante" para el presidente de Rusia, Vladimir Putin.

Golpe al orgullo nacional

El mandatario ruso ha insistido en múltiples ocasiones que su "operación militar especial" en Ucrania avanza exitosamente, "según lo planeado".

Pero Hill insiste en que el hundimiento del Moskva ahora supone "un golpe al orgullo nacional" ruso.

"El que fue una vez un símbolo del poder y la ambición de Rusia, ahora se encuentra en el fondo del mar", agrega la periodista.

En Rusia, los boletines matutinos de televisión se limitaron la mañana de este viernes a repetir brevemente el comunicado emitido por el ministerio de Defensa.

Algunos comentaristas argumentaron que el sistema de extinción de incendios a bordo del buque de guerra de cuarenta años ya estaba viejo y era ineficiente.

Para Mykola Bielieskov, del Instituto Nacional de Estudios Estratégicos de Ucrania, el daño es "más psicológico que material".

"(El hundimiento del buque) no acabará por completo el bloqueo naval de Rusia sobre Ucrania", le dijo a la BBC.

"Pero es un poderoso símbolo de que se puede emplear armamento sofisticado de manera efectiva".

Los rusos ahora más vulnerables

Bielieskov, que asesora al gobierno ucraniano en estrategia militar, también predijo que "los barcos rusos ahora se verán obligados a alejarse más de la costa ucraniana, donde ya no pueden sentirse seguros".

El Moskva no disparó misiles contra objetivos terrestres ucranianos, pero expertos militares le dijeron a la BBC que el buque ofrecía un apoyo crucial a otros barcos que lo hacían.

Los buques restantes en la flota rusa del Mar Negro ahora serán más vulnerables a ataques aéreos, aunque no está claro si las fuerzas de Ucrania, que han sufrido múltiples bajas, cuentan con los recursos para aprovechar la situación.

"El Moskva era el único barco de la flota que tenía defensas aéreas de largo alcance a bordo", explica Sidharth Kaushal, experto en energía marítima del Royal United Services Institute.

"Mientras los barcos más pequeños realizaban bombardeos en las ciudades ucranianas, el Moskva les proporcionaba cobertura aérea de área amplia".

"Muy vergonzoso"

El crucero de misiles fue desplegado previamente por Moscú en el conflicto de Siria, donde proporcionó protección naval a las fuerzas rusas en el país.

Es el segundo gran buque que Rusia pierde desde el comienzo de la invasión de Ucrania.

El almirante Alan West, exjefe del Estado Mayor Naval de Reino Unido, señala que además de ser un golpe militar, la pérdida del buque es "muy vergonzosa".

"Tiene un gran impacto", aseguró West, en entrevista con la emisora BBC Radio 4 antes de que Rusia confirmara que el Moskva se había hundido.

"Putin ama la marina. Cuando llegó al poder, la marina fue la primera parte de las acabadas fuerzas soviéticas en las que metió esfuerzos. Siempre ha tenido una debilidad por la marina".

El buque de guerra fue por muchos años un "símbolo del poder naval ruso en el Mar Negro", de acuerdo a Michael Petersen, del Instituto de Estudios Marítimos de Rusia.

"El Moskva ha sido una espina en el costado de los ucranianos desde el comienzo de este conflicto", le dijo a la BBC, antes de agregar que verlo destruido sería "un verdadero impulso moral para los ucranianos".

Anteriormente en el conflicto, el Moskva ganó notoriedad después de que su tripulación ordenara a las tropas fronterizas ucranianas que defendían la Isla de la Serpiente en el Mar Negro que se rindieran.

Los guardias se negaron y enviaron por radio un mensaje memorable de rechazo que puede traducirse vagamente como "vete al infierno".

Construido originalmente en la era soviética, el Moskva entró en servicio a principios de la década de 1980 y desde entonces se convirtió en el buque más temido de la región.

Haya sido por un incendio, como lo asegura Moscú, o por un misil Neptune, como alega Kiev, la batalla por el control de Ucrania le arrebató ese título.

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