Entre graves acusaciones y amenazas, Estados Unidos y Rusia protagonizaron un tenso enfrentamiento en la ONU a raíz del supuesto ataque químico lanzado este fin de semana sobre Siria.

En una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU este lunes, la embajadora estadounidense, Nikki Haley, dijo que Rusia, aliado militar de las fuerzas del gobierno de Bashar al Asad, tiene "sangre de niños sirios" en sus manos.

Haley aseguró que Washington "responderá" a lo sucedido en la ciudad de Douma, en Guta Oriental.

"La Historia registrará éste como el momento en el que el Consejo de Seguridad cumplió con su deber o demostró su fracaso total y completo para proteger a los sirios. De cualquier manera, Estados Unidos responderá", dijo.

"Las reuniones continúan, se están sopesando decisiones importantes incluso mientras hablamos", agregó Haley, quien acusó a Rusia de usar su derecho de veto en el Consejo para proteger a sus aliados de Damasco.

El embajador ruso, Vassily Nebenzia, dijo por su parte que el incidente en Douma no existió o fue preparado, y que una acción militar de Estados Unidos como respuesta podría tener "graves repercusiones".

Nebenzia enmarcó el incidente y sus consecuencias como parte de un esfuerzo liderado por EE.UU. para dañar a Rusia con un "amplio arsenal de métodos", incluyendo calumnias e insultos.

Visiblemente enojado durante su declaración, el embajador invitó a los investigadores de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) a viajar a Siria el martes, asegurando que las tropas rusas los escoltarían hasta el lugar del presunto ataque.

Moscú asegura que sus expertos no encontraron "ningún rastro de cloro o cualquier otra sustancia química utilizada contra civiles".

Tanto Reino Unido como Francia coincidieron con EE.UU. en señalar al gobierno sirio por el ataque en Douma y destacaron la responsabilidad de Rusia como aliado de Al Asad.

Próximas "decisiones importantes" de Trump

Antes, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, lamentó que la comunidad internacional se haya limitado a "palabras vacías" ante el "sufrimiento humano" en Siria.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció "decisiones importantes" sobre Siria en los próximos dos días.

Washington no descartaba este lunes ataques militares.

En abril del año pasado, EE.UU. atacó una base aérea del régimen en respuesta a un bombardeo químico en una zona de Siria bajo control rebelde que se saldó con 80 muertes. Investigadores internacionales responsabilizaron al gobierno sirio.

Tras el supuesto ataque químico ocurrido el fin de semana, la Sociedad Médica Sirio-Estadounidense dijo que más de 500 personas fueron llevadas a centros médicos en Douma con síntomas "de exposición a un agente químico".

Entre ellos, se encontraron dificultades para respirar, espuma en la boca, quemaduras de la córnea y "la emisión de un olor similar al cloro".

No se puede verificar ni el número de muertos ni lo que ocurrió exactamente, ya que el área está bloqueada y el acceso prohibido.

Las estimaciones de cuántas personas murieron en el suceso oscilan entre 42 y más de 60 personas, pero los equipos médicos dicen que las cifras podrían aumentar a medida que los trabajadores de rescate accedan a los sótanos donde cientos de familias buscaron refugio de los bombardeos.

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