El partido del presidente Vladimir Putin se ha impuesto en las elecciones parlamentarias en Rusia, en medio de acusaciones de fraude electoral.

Con el escrutinio casi completo, el partido Rusia Unida logró el 50% de los votos, lo que supone una leve caída respecto a la anterior elección.

A los principales rivales de Putin se les impidió presentarse a las elecciones y se publicaron informes sobre supuestos casos de introducción masiva de votos en las urnas y de electores a los que se obligó a votar.

La Comisión electoral rusa rechazó las denuncias de irregularidades.

El segundo partido más votado fue el Partido Comunista, que logró el 19% de los votos, según los datos oficiales.

Con su victoria en las elecciones, Rusia Unida contará con más de dos tercios de los 450 asientos del Parlamento. Sin embargo, el partido ha perdido algo de apoyo respecto a sus resultados de 2016, cuando obtuvo el 54% de los votos.

Los comunistas, que en muchas ocasiones apoyan las iniciativas de Putin en el Parlamento, vieron incrementados sus apoyos en un 8%. Su líder, Gennady Zyuganov, ha denunciado supuestas irregularidades, según informa la agencia AP.

La preocupación popular sobre las condiciones de vida en el país y las denuncias de corrupción lanzadas por Alexéi Navalny, que sigue en la cárcel, son algunas de las posibles explicaciones al descenso del apoyo al partido de Putin.

El presidente, en cualquier caso, sigue siendo una figura popular para muchos rusos que valoran su firmeza frente a las potencias occidentales y su empeño en restaurar el orgullo nacional ruso.


Culpen a Occidente

Análisis de Steve Rosenberg, corresponsal en Moscú

Rusia Unida confía en que ha retenido su mayoría parlamentaria, aun con un menor porcentaje del voto que la última vez.

A juzgar por las celebraciones de la noche electoral en la sede del partido, sus seguidores están más que complacidos con el resultado. Rusia Unida insiste en que ha obtenido una clara victoria.

Pero incluso antes de que se depositaran los primeros votos en una elección maratoniana, la votación parecía cualquier cosa menos limpia. Los mayores críticos del Kremlin habían sido vetados, entre ellos los seguidores del líder opositor encarcelado Alexéi Navalny.

En los tres días en los que duró la votación ha habido denuncias de irregularidades masivas, entre ellas las de votos fraudulentas y de amenazas contra los observadores electorales.

En un video compartido en las redes se vio a un grupo de personas depositando papeletas electorales en urnas

Navalny y sus aliados habían llamado a los rusos a votar con un sentido táctico, en muchos casos a los candidatos del Partido Comunista a los que veían con opciones de derrotar a sus rivales de Rusia Unida. Pero esa estrategia no ha impedido a los candidatos del Kremlin hacerse con la mayor parte del nuevo Parlamento.

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