Venezuela entra este lunes en una nueva fase política: una Asamblea Constituyente con poderes ilimitados, duración desconocida y con la misión de redactar una nueva Constitución y reformar el Estado.
Este domingo se eligieron a las 545 personas que se reunirán para dar inicio a una nueva era en el país tras 18 años de que el entonces recién elegido presidente Hugo Chávez promoviera una nueva Carta Magna.
Aquel texto supuso el final de la Cuarta República y el inicio de la Quinta.
Pero esta vez el gobierno enfrenta una severa crisis económica y un conflicto político que se ha traducido en más de cuatro meses de protestas, casi 120 muertos y un enfrentamiento directo con la oposición.
El gobierno de Nicolás Maduro cree que la Constituyente es la llave para la paz y el diálogo, pero la oposición no la reconoce por fraudulenta y no participó en la elección; el nuevo suprapoder, aseguran, permitirá al gobierno perpetuarse y acabar con las voces críticas.
De acuerdo al Consejo Nacional Electoral de Venezuela, el 41,53% del censo electoral (unas 8 millones de personas) participaron en la votación, sin embargo, los resultados son discutidos por la oposición, que indican que solo el 12% del electorado se hizo presente en las urnas.
Además, según la Fiscalía, unas 10 personas murieron en distintos incidentes durante la jornada electoral alrededor del país, lo que muchos analistas calificaron como las "elecciones más violentas" de los últimos años en Venezuela.
La nación petrolera entra en un periodo de incertidumbre y BBC Mundo trata de responder las incógnitas sobre un complejo proceso no visto en los últimos 18 años.
1. ¿Cuándo y dónde se instala?
Según el reglamento, la Asamblea Constituyente se instalará en el plazo de 72 horas tras la elección.
"Se estima que el 2 de agosto, el 3 de agosto, la Asamblea Nacional Constituyente esté instalada", dijo el presidente Nicolás Maduro en días pasados.
"Es en el lapso de 72 horas, pero pueden ser 20 o 48", dijo este domingo Diosdado Cabello, alto cargo del partido gobernante y desde este domingo, miembro de la Asamblea Constituyente.
No es cuestión menor dónde se instala. Será en el Salón Elíptico del palacio legislativo, en el mismo edificio y justo enfrente del hemiciclo donde sesiona la Asamblea Nacional, el Parlamento, de mayoría opositora.
"Va a ser un pleito visual agudo", dice el analista estadounidense David Smilde, experto en Venezuela, sobre el posible enfrentamiento.
En los últimos diez meses simpatizantes del gobierno irrumpieron de manera violenta en dos ocasiones en el palacio en contra de la bancada opositora.
"Será una señal de los dos gobiernos", dijo a BBC Mundo el diputado opositor Richard Blanco sobre la duplicidad de instituciones.
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) anuló las decisiones de la Asamblea, a la que considera en desacato. La Constituyente podría disolver el Parlamento, aunque también podría haber una cohabitación.
El Salón Elíptico tiene un gran valor simbólico y artístico. Algunos la llaman la Capilla Sixtina de Venezuela.
Como si fuera una foto panorámica, sobre la cúpula oval de 26 metros de largo se encuentra la representación pictórica de la Batalla de Carabobo, del pintor Martín Tovar y Tovar.
La propia Acta de Independencia se encuentra allí, guardada en un cofre que sólo se abre una vez al año.
2. ¿Cuánto dura?
Es una pregunta de imposible respuesta en este momento. La propia Constituyente será la que lo decida.
El precedente más próximo es la Constituyente de 1999. Entonces, en tres meses y medio los 131 miembros cerraron el proceso de la nueva Constitución, que se aprobó en referendo poco después.
"Creo que en general, por lo que he escuchado, hay la tesis de que dure un año", dijo en una reciente entrevista con BBC Mundo Hermann Escarrá, uno de los ideólogos de este proceso impulsado por el gobierno.
"Son hipótesis. Pero en realidad eso lo decide la Asamblea Constituyente", dijo Escarrá, que recordó que la Constituyente redactará no solo la nueva Carta Magna, sino "leyes constitucionales" de obligado cumplimiento.
3. ¿Qué va a hacer?
La Constituyente tiene poderes ilimitados y está por encima de cualquier otra institución del Estado, incluido el propio presidente.
Eso hace que sea relevante quién la preside: puede haber una gran diferencia entre si lo hace alguien afín a Maduro, como su esposa, Cilia Flores, o si lo hace alguien que esté dispuesto a imponer su criterio por encima del jefe de Estado, como por ejemplo Diosdado Cabello.
El artículo 349 de la actual Constitución establece que los poderes constituidos "no podrán en forma alguna impedir las decisiones de la Asamblea Nacional Constituyente" y que el presidente de la república no podrá objetar la nueva Constitución.
Maduro, que interpretó que no era necesaria una consulta popular previa para ver si los venezolanos deseaban una Constituyente, como sí sucedió en 1999, propuso un referendo para aprobar la nueva Carta Magna.
Pero de nuevo será la Constituyente la que tendrá la decisión en su mano.
Las funciones ya declaradas son la reforma de la justicia para combatir con mayor dureza el "terrorismo", término con el que el gobierno califica a las acciones de parte de la oposición, y la de un sistema económico completamente dependiente del petróleo, una fuente de ingresos que ya no genera las divisas de antaño.
Maduro y otros líderes del oficialismo que estarán en la Constituyente ya han anunciado la posible disolución del Parlamento, controlado por la oposición, y la reforma del Ministerio Público.
"Ya es pasado", dijo el domingo Jorge Rodríguez, peso pesado del partido gobernante, sobre la fiscal general, Luisa Ortega Díaz.
Ortega, que se declara chavista, se ha convertido en el mayor azote del gobierno y se espera que su destitución sea una de las primeras medidas.
Además, se prevé que la Constituyente tome decisiones clave para el avance hacia un Estado comunal que ahonde en el socialismo y revise los acuerdos de empresas mixtas públicas y privadas para la explotación de hidrocarburos.
4. ¿Y qué va a hacer la oposición?
"Calle, calle y más calle", dijo a BBC Mundo este domingo el diputado opositor Richard Blanco.
La oposición ha emprendido un camino para el que no ve retorno. Seguirá peleando en diversos ámbitos para propiciar un cambio de gobierno, al que considera responsable de la severa crisis económica y al que acusa de haberse convertido en una "dictadura".
No reconoce la Constituyente ni participó en la elección del domingo, pero ahora enfrenta un difícil desafío debido al gran número de disímiles fuerzas políticas que componen la coalición de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
La próxima semana, de 7 al 9 de agosto, se abre el plazo de inscripción para candidatos a las elecciones regionales, previstas para el 10 de diciembre.
¿Habrá una respuesta unitaria? ¿Habrá partidos que busquen luchar desde la nueva institucionalidad de la Constituyente? ¿Seguirán en la desobediencia civil y en el no reconocimiento de los poderes?
"La fragmentación de la oposición puede agudizarse a partir del lunes", dijo a BBC Mundo el consultor político Edgard Gutiérrez.
La oposición, con el apoyo de numerosos países que desconocen la Constituyente, puede ahondar en proclamar sus propias instituciones, como ya ocurrió al nombrar a magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y establecer las bases de un gobierno de unión nacional.
Se entraría, en ese momento, en un Estado paralelo que ahondaría en la división entre las dos Venezuelas.