El alcalde de Londres y los medios británicos lo describen como "el héroe" del ataque que dejó 11 heridos este lunes en Finsbury Park, un barrio de la capital británica.
El incidente tuvo lugar poco después de la medianoche, cuando una furgoneta embistió a fieles que salían de un centro comunitario musulmán, Muslim Welfare House, tras los rezos nocturnos durante el mes sagrado del Ramadán.
Una multitud enfurecida sacó del vehículo al conductor, que fue sujetado en el suelo por tres fieles mientras varias personas intentaban golpearlo.
Fue en ese momento que se escuchó un grito: "¡Que nadie toque a ese hombre!, ¡nadie, nadie!"
Era la voz de Mohammed Mahmoud, el imán de la mezquita que se encuentra dentro del centro comunitario.
"El imán vino y nos dijo, 'estamos en el mes del ayuno, en el mes de Ramadan, no debemos hacer este tipo de cosas, por favor, apártense'", relató uno de los hombres que sujetaba al atacante.
"Lo que dijo el imán es la razón por la que ese hombre sigue con vida. La única razón. Si el imán no hubiera estado allí, ese hombre no estaría vivo".
Mahmoud dijo posteriormente a la prensa: "toda vida es sagrada".
En el momento en el que la furgoneta embistió a los peatones, varios de ellos estaban intentando ayudar a un fiel que había colapsado.
Neil Basu, sucomandante de la Policía Metropolitana de Londres, señaló que la persona, que murió durante el suceso, estaba recibiendo primeros auxilios antes de que el camión arrollara a los peatones, por lo que no se sabrá si el fallecimiento es consecuencia del ataque hasta que se lleve a cabo la autopsia.
"Acción heroica"
El imán fue "el héroe del día", dijo en un comunicado el director del centro comunitario musulmán, Toufik Kacimi, quien alabó el coraje del imán.
"Él calmó la situación y evitó una posible muerte".
Por su parte, Sadiq Khan, el alcalde de Londres, afirmó que "cuando los ánimos estaban muy caldeados, y es fácil entender por qué, el imán Mohammed fue muy efectivo en calmar la situación y asegurar que la justicia se haga por los medios debidos, no por mano propia".
"Pudimos protegerlo"
La descripción de Mahmoud como un héroe es destacada este martes en numerosos periódicos británicos.
Pero el imán asegura que no fue el único que intentó contener a la multitud.
"No fui yo solo. También había un grupo de hermanos que calmadamente buscó extinguir las llamas de la ira que podían haber acabado en un linchamiento".
Mahmoud relató que acababa de dirigir una sesión de oraciones cuando un hombre entró corriendo y le dijo que alguien había atropellado a varios fieles.
"Cuando fui afuera vi que muchas personas se habían congregado en torno al conductor, que estaba en el piso, intentando patearlo y golpearlo desde todas las direcciones. Por la gracia de Dios pudimos protegerlo", relató el imán.
"Cuando llegó una camioneta policial les advertimos. Si no se llevan ahora a este hombre va a acabar seriamente herido".
"Dividir esta gran ciudad"
La BBC confirmó que el sospechoso fue identificado como Darren Osborne, de Cardiff, Gales, en el suroeste de Reino Unido.
El hombre, casado y padre de cuatro hijos, fue detenido bajo sospecha de intento de asesinato y de delitos de terrorismo.
Mahmoud dijo posteriormente a la prensa que la comunidad de musulmanes de Finsbury Park se caracteriza por la calma.
"Nuestras mezquitas son increíblemente pacíficas", agregó el imán.
"Este ataque muestra que quienes demonizan a la comunidad musulmana intentando dividir a quienes viven en esta gran ciudad han logrado convencer a algunos".
El alcalde de Londres señaló que la comunidad musulmana de Finsbury Park "es una buena comunidad, donde unos se ayudan a otros".
Sadiq Kahn agregó que las acciones del imán Mohammed "son las acciones que esperamos de parte de un buen líder religioso y de un buen líder musulmán".
El ataque en Finsbury Park El episodio está siendo investigado por el Comando Antiterrorista de la Policía Metropolitana.
El incidente ocurrió dos semanas después de que tres atacantes musulmanes embistieran peatones con una furgoneta en el Puente de Londres y atacaran personas con cuchillos, matando a ocho antes de ser abatidos por la policía.