Alrededor del mundo se están produciendo eventos climáticos drásticos como resultado del cambio climático.

Uno de estos eventos son las intensas olas de calor que se viven en Europa occidental actualmente.

En lugares como Reino Unido se han registrado temperaturas récord que superan los 40°C.

Los eventos de calor extremo ocurren dentro de la variación natural del clima debido a los cambios en los patrones climáticos globales.

Sin embargo, los científicos señalan que el aumento en la frecuencia, duración e intensidad de estos eventos en las últimas décadas está claramente relacionado con el calentamiento observado del planeta y puede atribuirse a la actividad humana.

Las emisiones causadas por la quema de combustibles fósiles han estado atrapando el calor en la atmósfera desde el comienzo de la era industrial.

Este calor adicional no se distribuye uniformemente por todo el mundo y provoca fenómenos meteorológicos extremos, como las intensas olas de calor.

Y, a menos que se reduzcan las emisiones globales, este ciclo continuará.

Calor más intenso y duradero

La Oficina Meteorológca de Reino Unido estima que el calor extremo observado durante la actual ola de calor es diez veces más probable ahora debido al cambio climático.

Señala también que las olas de calor no solo son más intensas, si no que también duran más.

En los últimos 50 años la duración de los períodos cálidos se ha duplicado.

Pero aunque se cree que el aumento de estos eventos en las últimas décadas está claramente relacionado con el calentamiento global, hay un fenómeno que puede explicar por qué las olas de calor que se observan en el mundo son cada vez más largas y más intensas: el domo de calor.

Qué es un domo de calor

El domo se calor se forma en un área de alta presión atmosférica cuando el aire caliente es empujado hacia abajo y queda atrapado en un solo lugar, lo que hace que las temperaturas se disparen en todo un continente.

Es esencialmente una masa de aire caliente arraigada obstinadamente en un lugar, atrapando a los que están dentro a nivel del suelo en una ola de calor prolongada.

Los científicos creen que estos eventos son provocados por un cambio brusco en las temperaturas del océano.

A su vez, el aumento de la temperatura del agua calienta el aire y los vientos empujan ese calor hacia la tierra.

Una vez que el aire caliente llega a tierra, queda atrapado por un sistema de alta presión, formando una cúpula flanqueada por sistemas de baja presión a ambos lados.

La alta presión calienta aún más la columna de aire comprimiéndola, actuando efectivamente como un domo.

Fenómeno global

Este fenómeno se vio en India y Pakistán a principios de este año.

Ambos países ya han enfrentado cinco olas de calor sucesivas este año, con Jacobabad, en Pakistán, registrando 49°C en un momento de mayo.

En el hemisferio sur, Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil sufrieron una ola de calor histórica en enero; muchas áreas reportaron el día más caluroso jamás registrado.

En el mismo mes, Onslow, en Australia Occidental, alcanzó los 50,7 °C, la temperatura conjunta más alta jamás registrada de manera confiable en el hemisferio sur.

El año pasado, América del Norte también se vio afectada por largas olas de calor.

La ciudad de Lytton, en el oeste de Canadá, se incendió cuando las temperaturas alcanzaron los 49,6 °C, rompiendo el récord anterior en casi 5 °C.

Una ola de calor tan intensa habría sido prácticamente imposible sin el cambio climático, dice la red World Weather Attribution, una colaboración entre científicos internacionales del clima.

Una teoría sugiere que las temperaturas más altas en el Ártico están causando que las corrientes oceánicas disminuyan, aumentando la probabilidad de que se formen domos de calor.

En Europa, mientras tanto, la Oficina Meteorológica de Reino Unido indica que los modelos iniciales sugieren que los niveles de calor extremo podrían regresar en olas a lo largo de este verano boreal.

Estos modelos iniciales muestran que el domo de calor que se está ubicando sobre Europa podría atrapar al continente en temperaturas altas hasta agosto.

Paul Davies, de la Oficina Meteorológica de Reino Unido, advirtió que el domo de calor europeo podría crear las condiciones para un verano récord de calor abrasador.

"No es una exageración decir que podríamos estar mirando a los ojos un evento histórico, incluso sin precedentes", le dijo el meteorólogo al sitio de noticias iNews.

Hasta ahora la peor ola de calor registrada en Europa fue en 2003, cuando el calor mató a unas 30.000 personas en el continente.

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