Esta foto de Kim Jong-un tratando de formar con sus dedos un corazón sensibilizó a los los habitantes de Corea del Sur.
Para aquellos que no lo sepan, el gesto es conocido como el "corazón coreano"y se hace juntando las puntas del pulgar y el índice.
Comenzó como una muestra de amor utilizado por las estrellas de la música del K-pop para agradecer a sus admiradores, y rápidamente se transformó en la pose de elección para selfies con amigos en Corea del Sur.
Supimos por primera vez sobre el intento de Kim Jong-un de realizar el gesto por un portavoz de la Casa de Gobierno (Casa Azul) de Corea del Sur, quien dijo en una conferencia de prensa que trató de hacerlo junto a los ministros del gabinete surcoreano.
"¿Cómo lo haces? No puedo hacer la forma", dijo Kim, según el vocero.
Momentos Instagram
No fue el único momento Instagram para el líder norcoreano.
También lo fue cuando tomó la mano del presidente surcoreano Moon Jae-in en su primera reunión y lo ayudó a cruzar la línea divisoria entre los dos países.
O en los selfies durante su visita a Singapur la noche antes de su cumbre con Donald Trump.
Estas amigables fotos instantáneas llevaron a muchos en Corea del Sur a describirlo en Twitter como un incomprendido hasta incluso lindo.
Y están calificando estos gestos como una señal de que Kim se toma en serio la construcción de una relación con el Sur.
Es fácil ser contagiado por la creciente amistad transmitida en las pantallas.
Pero enfocarse en esta imagen significa eclipsar la panorámica de la situación.
Mientras miraba las imágenes que llegaban desde Monte Paektu, en la frontera entre Corea del Norte y China, fue difícil reconocer a Kim como el "loco", "maníaco" y "enfermo" que el presidente estadounidense Donald Trump describió el año pasado.
El joven líder norcoreano se reía y bromeaba con el presidente Moon y su esposa, y todos se estrechaban las manos.
Fue un momento de unidad en un entorno hermoso que hubiera sido impensable hace un año.
"Tuvimos un pequeño grupo hoy, pero en un futuro cercano esperamos que muchos surcoreanos y expatriados puedan venir aquí", dijo el líder norcoreano.
"Deberíamos escribir otro capítulo de la historia entre el Norte y el Sur al reflejar nuestra nueva historia en este Lago del Cielo".
¿Es este el peligroso líder asesino con un arsenal nuclear que lo describen como una amenaza global?
Cuestión de imagen y derechos humanos
Unos días después, la Casa Azul publicó las fotos de Kim formando el corazón coreano.
Una estrategia que apunta a la audiencia surcoreana para suavizar aún más su imagen a medida que comienza a ganar casi el estatus de celebridad en el sur.
Lo que no se dijo es que con un clic de esos mismos dedos, Kim Jong-un podría poner fin a los crímenes de lesa humanidad en Corea del Norte.
Con solo una orden podría liberar a decenas de miles de presos políticos de los gulags (campos de trabajo forzado), incluidos seis surcoreanos.
Tampoco se menciona que este gesto tan usado por las estrellas del K-pop es desconocido en las calles de Pyongyang, porque incluso escuchar música surcoreana es un crimen.
Un informe de Naciones Unidas publicado en 2014 reveló que el gobierno de Corea del Norte estaba perpetrando "atrocidades indescriptibles" contra su propia gente a gran escala.
La Comisión de Derechos Humanos de la ONU aseguró que los crímenes eran "sorprendentemente similares" a los cometidos por la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial y que incluían ejecución, esclavitud, hambre, violación y aborto forzado.
El propio Kim Jong-un es sospechoso de haber ordenado el asesinato de su medio hermano, Kim Jong Nam, en Malasia, así como la ejecución de su tío, Jang Song Thaek, en 2013.
No es popular hablar sobre los derechos humanos en este momento.
Hice mención a algunos de los crímenes de Corea del Norte en una publicación en Twitter y recibí una ola de críticas de algunos en el Sur.
Fui acusada de ser una extranjera, verter agua fría en el proceso de paz y de malinterpretar al pueblo coreano.
Un alto asesor de la Casa Azul reconoció que las violaciones de Pyongyang son un "dilema fundamental".
Hablé con él durante la primera cumbre intercoreana y me dijo que ese día fui la única periodista que planteó el tema de los derechos humanos.
Ahora no es el momento de entrar en esas discusiones, fue la respuesta que recibí.
"Si presionamos demasiado por los derechos humanos, entonces Corea del Norte lo considerará como un acto hostil contra ellos. Y la paz correría peligro", dijo el asesor presidencial Moon Chung-in.
El asesor de la Casa Azul continuó diciéndome que la clave es primero crear confianza entre los dos países.
Reformas económicas
Corea del Norte envió advertencias. Semanas antes de la primera cumbre intercoreana, los medios estatales norcoreanos dijeron a los funcionarios surcoreanos que "se comporten con discreción" y dijeron que criticar la política de derechos humanos del Norte equivalía a "arrojar una piedra a la frágil relación Norte-Sur".
Como resultado, los funcionarios de Corea del Sur no tomaron el tema de los derechos humanos como un tema principal en las tres cumbres.
También acordaron detener las transmisiones de propaganda y las distribuciones de folletos en sus fronteras.
En cambio, la atención se centra en avanzar con las reformas económicas que a largo plazo pueden ayudar a las personas de Corea del Norte.
El presidente Moon llevó líderes empresariales a Pyongyang.
"Todos nos acostumbramos tanto a pensar en Corea del Norte como una amenaza, que se necesita un poco de reflexión para ver las posibilidades", escribió el profesor John Delury de la Universidad de Yonsei en el diario The New York Times.
Y destaca el sueño de Kim Jong-un de ser "un gran reformador económico".
Ciertamente hay mucha evidencia para respaldarlo.
Kim ha visitado fábrica tras fábrica este año, incluso reprendiendo a los funcionarios por demoras en la construcción y otras fallas.
Este enfoque está empezando a dar algunos resultados.
Acuerdos bilaterales
Kim logró también avances diplomáticos con el presidente Moon.
Si se implementa completamente, el acuerdo de Pyongyang tiene el potencial de poner a las dos Coreas en el camino hacia la paz.
Anunciaron controles de armas convencionales, incluidas medidas conjuntas para reducir los puestos de guardia y tratar las tensiones a lo largo de la zona desmilitarizada.
El líder norcoreano acordó permitir que expertos internacionales observen el desmantelamiento de la instalación de Tongchang-ri, también conocida como la Estación de Lanzamiento de Satélites Sohae, un sitio asociado con programas espaciales y misiles balísticos del país.
El presidente Moon dijo a periodistas que Kim también estaba dispuesto a permitir que los expertos verifiquen la destrucción de su único sitio conocido de pruebas de armas nucleares en Punggyeri.
Estas cumbres podrían dar a los espectadores la impresión de que Corea del Norte ya está cambiando y que lentamente se está abriendo.
Aunque no hay evidencia de ello.
Sigue siendo un estado secreto y su gente no puede ofrecer una opinión sobre cómo se ejecuta. Tampoco se les permite irse.
La policía secreta siempre está vigilando, según fuentes que visitaron Pyongyang. Los desertores continúan documentando historias de violaciones de los derechos humanos.
"Los refugiados norcoreanos con contactos en el Norte advierten que Kim Jong-un presenta una sonrisa al mundo, pero que ha tomado duras medidas a nivel nacional", dijo Casey Lartigue, cofundador y director internacional de Teach North Korea Refugees.
"El mundo puede verlo como un tipo amigable, pero para los refugiados norcoreanos es un comediante con una guillotina".
"Y todos los norcoreanos que se acerquen a la frontera o quieran comunicarse con el mundo exterior saben que sus cabezas rodarán", añadió.
Cada imagen de Corea del Norte está cuidadosamente controlada. Nos muestran lo que quieren que veamos.
Kim puede verse lindo formando el corazón con los dedos, pero es trabajo de los periodistas mirar esta foto desde todos los ángulos con los ojos claros.
Incluso si es algunos surcoreanos no quieren escuchar.