Aún no han pasado dos semanas desde que el huracán Irma dejara una estela de destrucción a su paso por el Caribe, y la región sufre los azotes de otro poderoso huracán.
Esta vez se trata de María, un ciclón categoría 5 con vientos máximos sostenidos de hasta 257 kilómetros por hora.
María tocó tierra en la isla Dominica, donde bajó a categoría 4 por unas horas. Luego retornó a categoría 5 y siguió su camino tomando una ruta similar a la de Irma.
Los pronósticos auguran que el huracán tendrá un efecto catastrófico.
¿Pero qué por qué si María es un ciclón más pequeño que Irma, se espera que su impacto sea igual o incluso peor que este último huracán?
Crecimiento vertiginoso
Una de la primeras sorpresas -y problemas- de María es que ganó fuerza a una velocidad asombrosa.
Pasó de categoría 3 a 5 en unas pocas horas, algo muy poco habitual y que tomó por sorpresa a la gente en Dominica, una isla que está acostumbrada a las tormentas tropicales pero que, por ser pequeña, no suele ser golpeada directamente por un huracán completamente formado.
Aunque un análisis detallado en el futuro podrá identificar las razones de este crecimiento inusual, "un factor que explica su veloz desarrollo es que las temperaturas superficiales del mar que rodea la isla son anormalmente altas por un margen de entre uno y dos grados", le explica a BBC Mundo Steve Cleaton, meteorólogo del servicio del clima de la BBC.
Esto además se suma otras condiciones atmosféricas favorables, como es la presencia de vientos locales leves.
"Cuando hay vientos fuertes, estos tienen el potencial de destruir el ciclón en formación, pero si son leves, ayudan a que se formen, como cuando soplas levemente una vela para hacer crecer la llama", dice Cleaton.
Drenaje
Por otra parte, el hecho de que las temperaturas del mar sean más elevadas de lo habitual, no solo alimentan la formación de huracanes sino que también ayuda a que estos contengan más agua, aumentando el nivel de las precipitaciones.
Y, en una región que ya está lidiando con las cantidades exorbitantes de agua que trajo Irma, esto puede ser fatal.
"El sistema natural de drenaje de las islas puede ya estar afectado por toda la basura creada por Irma, por eso es muy probable que se produzcan inundaciones", señala Philip Avery, también meteorólogo de la BBC.
"Además, en las costas de estas islas la marejada ciclónica puede alcanzar entre 3 y 4 metros", añade.
"Así que aunque la velocidad de los vientos sea lo que más llama la atención e inunda los titulares de los medios, los efectos más importantes se verán en la costa, que es donde vive la mayoría de la gente".
Viento y basura
Otro elemento clave es el viento. A una velocidad de 260 Km/h puede arrancar techos, árboles y demás objetos que tiene en su camino.
Pero si a esto le añadimos la cantidad de basura y escombros que todavía están en las playas y calles de estas islas que aún no se han recuperado de Irma, la cantidad de material distribuido con violencia por el viento es aún mayor.
Según el experto, un factor adicional que vale la pena destacar es que las temperaturas superficiales del mar al este de las islas de Sotavento (el grupo de islas situadas donde el noreste del mar Caribe se encuentra con el oeste del Atlántico) están 1º más cálidas de lo habitual.
Esto significa que en esta temporada de huracanes, las tormentas tropicales que se mueven hacia el oeste tienen más probabilidades de ganar energía suficiente (aportada por los mares cálidos) para intensificarse y convertirse en huracanes, que durante un año en que las temperaturas del mar están más cerca del promedio.