En los próximos dos años, los extranjeros tendrán prohibido comprarse una casa en Canadá.
Así lo anunció el primer ministro Justin Trudeau, en una medida que busca estabilizar los precios del mercado inmobiliario en el país, que lidia con unos de los mayores problemas de acceso a la vivienda en el mundo.
Los precios han subido más del 20 %, lo que ha llevado a que el promedio para la venta de una vivienda sean casi US$650.000, más de nueve veces el ingreso medio de las familias.
Pero los analistas de la industria inmobiliaria aseguran que no está claro que una prohibición como esta pueda ayudar a solucionar el problema.
Los datos sobre las compras de viviendas por parte extranjeros en Canadá son limitados, pero todo indica que representan una pequeña fracción del mercado.
"No creo que vaya a tener un gran impacto", dice Ben Myers, presidente de la firma de asesoría Bullpenn Research & Consulting en Toronto, quien asegura que los extranjeros representaron solo el 1% de las compras en 2020, frente al 9% en 2015 y 2016.
"Es un número bastante bajo y seamos realistas, las personas que realmente quieren comprar... encontrarán formas alternativas de hacerlo", agregó.
El analista cree que los altos costos de la vivienda reflejan un fuerte crecimiento de la población y una escasez de oferta, debido en parte a las reglas que restringen el desarrollo del mercado.
Los problemas han empeorado desde que comenzó la pandemia en 2020, cuando Canadá redujo las tasas de interés para estabilizar la economía, lo que bajó también los costos de endeudamiento y aumentó la demanda.
Esto ha ocurrido en varios países, pero según datos de la OCDE, la desconexión entre los precios de la vivienda y los ingresos en Canadá es una de las más dramáticas del mundo.
Promesa de campaña
Trudeau se comprometió a abordar el precio de la vivienda durante su campaña electoral el año pasado.
Además de la prohibición temporal a los compradores extranjeros, la propuesta de presupuesto que su gobierno dio a conocer el jueves reserva miles de millones para impulsar nuevas construcciones y proponer nuevos programas, como una cuenta de ahorro libre de impuestos para primeros compradores.
Trudeau también ha discutido la prohibición de ciertos procesos de licitación que favorecen a inversores, quienes, según algunas estadísticas, representan aproximadamente una de cada cinco viviendas compradas en Canadá desde 2014.
La prohibición a los compradores extranjeros exime a los residentes permanentes y a los estudiantes y trabajadores extranjeros, así como a quienes compren su residencia principal.
Otras medidas
Los planes de Trudeau han tenido eco en decisiones individuales de otras regiones y provincias de Canadá.
En Ontario, por ejemplo, el primer ministro provincial Doug Ford anunció recientemente planes para aumentar un impuesto existente sobre los compradores extranjeros del 15 % al 20 % y expandirlo más allá de Toronto a toda la provincia.
Si bien las compras extranjeras no son la fuente principal de los problemas de asequibilidad, gravarlas al menos recauda ingresos que pueden redistribuirse para abordar tales problemas, comenta Steve Pomeroy, director de Focus Consulting, una firma de políticas de vivienda.
"Si las prohíbe, realmente no tiene mucho impacto en la contención del aumento de los precios de la vivienda y renuncia a los ingresos", considera.
Nueva Zelanda introdujo una medida similar que prohibía a los compradores extranjeros en 2018.
Paul Kershaw, profesor de la Universidad de la Columbia Británica, tampoco cree que la propuesta de Trudeau pueda frenar los aumentos de precios o abordar significativamente la asequibilidad.
"No está claro que estas medidas sean suficientes para solucionar el problema de Canadá con los precios de las viviendas altos y en aumento", afirma.
Pomeroy espera que los precios disminuyan en los próximos meses, ya que el Banco Central elevó las tasas de interés.
El mercado inmobiliario canadiense es particularmente susceptible a tales movimientos, ya que muchos compradores confían en hipotecas a cinco años en lugar de las hipotecas a largo plazo comunes en EE.UU. y otros países.
Pero las tasas de interés más altas solo harán que la vivienda sea menos asequible para los posibles compradores que intentan ingresar al mercado, advirtió el experto.
Myers dijo que, a largo plazo, espera que los mercados más demandados como Toronto y Vancouver estén dominados por los arrendatarios, ya que los compradores regulares quedarán fuera del mercado.