El papa Francisco prometió este domingo tomar "acciones concretas" para acabar con el abuso sexual a menores dentro de la Iglesia Católica, al finalizar una cumbre histórica sobre el tema que se realizó en Roma.

Una de ellas, llevar ante la Justicia a los presbíteros que hayan cometido este tipo de delitos.

Pero tal vez lo más destacado de sus declaraciones han sido los fuertes calificativos que el pontífice utilizó en contra de los sacerdotes que han cometido o permitido los abusos sexuales a menores dentro de la iglesia.

En medio de la celebración religiosa para finalizar la cumbre, que se realizó esta semana en el Vaticano y que contó con la presencia de varios prelados y altos jerarcas de la Iglesia, el Papa llamó "herramientas de Satanás" a los abusadores y prometió además que cada caso de abuso va ser enfrentado con "la máxima seriedad posible".

Agregó que estos casos eran comprables con las antiguas prácticas de ritos paganos que mataban niños como sacrificio.

Francisco dio la orden a los obispos presentes para que revisen y fortalezcan en sus diócesis y parroquias las medidas que ayuden a prevenir estos actos y pidió que además castiguen severamente a quienes lo cometan.

El Papa habló en gran medida en términos generales, pero las víctimas y sobrevivientes de abusos le van a pedir a la Iglesia que se anuncien pasos detallados sobre este proceso, explicó el corresponsal de la BBC en el Vaticano, James Reynolds.

¿Qué dijo el Papa?

"Esto me recuerda una cruel práctica religiosa, alguna vez extendida en varias culturas, del sacrificio de seres humanos -frecuentemente niños- en ritos paganos", dijo Francisco.

"Lo inhumano de este fenómeno extendido por el mundo entero es incluso más serio y más escandaloso en la Iglesia, porque contrasta con su autoridad moral y credibilidad ética", añadió.

La reunión de esta semana duró cuatro días y se realizó, entre otras cosas, para tomar medidas concretas para acabar con encubrimiento por parte de la Iglesia de cualquier caso de abuso que se presente.

"La persona consagrada, escogida por Dios para guiar las almas hacia la salvación, se ha dejado subyugar por su propia enfermedad, para convertirse en una herramienta de Satanás. En los abusos, vemos la mano del mal que no reconoce ni siquiera la inocencia de los niños", añadió.

Francisco dijo que ahora las víctimas serán la prioridad, prometió acabar con los encubrimientos y destacó que todos los abusadores serán llevados ante la justicia.

¿Qué ocurrió en la cumbre?

La cumbre, que no tiene precedentes -y que fue llamada "Protección de los menores en la Iglesia"-, contó con la participación de los presidentes de las Conferencias Episcopales de 130 países.

En estos cuatro días, se discutió una hoja de ruta para establecer las normas sobre cómo manejar los casos de abuso, como un código de conducta para los sacerdotes y la capacitación de personas para distinguir un abuso e informar a la policía.

Los jefes de las conferencias episcopales también escucharon el testimonio de las víctimas y, sobre todo, el relato de cómo la Iglesia había encubierto sus casos.

Una mujer proveniente de África confesó que había sido forzada a tener tres abortos después de ser abusada por un sacerdote que se negó a usar un método anticonceptivo.

Y otra víctima, que llegó desde Asia, reveló que había sido abusada más de 100 veces.

¿Cuánta presión tiene el Papa?

Cuando fue elegido en 2013, Francisco pidió una "acción decisiva" sobre el tema, pero muchos críticos de su gestión dicen que no ha hecho lo suficiente para responsabilizar a los obispos que supuestamente encubrieron abusos.

Los sobrevivientes señalan de manera repetida que se necesitan nuevos protocolos de protección para los menores.

Lo cierto es que el papa Francisco está bajo una gran presión para proporcionar liderazgo y generar soluciones viables a la que es la crisis más apremiante que enfrenta la Iglesia moderna, una que, según algunos, ha hecho pedazos su autoridad moral.

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