Omar Barboza se convirtió este viernes en el dirigente opositor con mayor poder institucional de Venezuela.
Barboza, fundador del partido socialdemócrata Un Nuevo Tiempo (UNT), fue electo presidente de la Asamblea Nacional, el único de los cinco poderes del Estado en Venezuela que está bajo control de la oposición.
Su nombramiento es producto de los acuerdos existentes dentro de la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática, que prevén la rotación de los cargos de dirección en el Parlamento entre los distintos partidos que la integran.
Barboza sustituye al diputado Julio Borges, del Partido Primero Justicia, quien ocupó ese cargo durante 2017.
Reconstrucción y diálogo
Durante su discurso de juramentación, Barboza dijo que trabajará a favor de "la reconstrucción de la Unidad Democrática como alternativa para el cambio".
También aseguró que buscará contribuir con los esfuerzos de diálogo que se realizan en República Dominicana entre representantes de la oposición y del gobierno del presidente Nicolás Maduro para buscar una solución a la crisis política y económica en la que está sumida Venezuela.
"Debemos entender que ambas partes tenemos fortalezas y debilidades, que para poder tener éxitos en esas conversaciones ninguna de las partes debe pretender la rendición de la otra, lo importante en esas conversaciones es que no perdamos de vista cuáles son los objetivos de fondo", señaló.
Destacó que el objetivo de la oposición debe ser lograr "elecciones presidenciales rodeadas de todas las garantías".
Señaló también como prioritario el "restablecimiento de la institucionalidad democrática" en el país. Esto último pasaría por lograr que se reconozcan todas las atribuciones legales del Parlamento que actualmente son desconocidas por el Tribunal Supremo de Justicia, bajo el argumento de que el Legislativo se encuentra en situación de desacato de sus sentencias.
Un moderado al frente
La llegada de Barboza al frente de la AN se produce en un momento crítico para la oposición venezolana, que quedó desmoralizada y dividida tras el fracaso de las protestas callejeras realizadas entre abril y julio del año pasado, durante las cuales perdieron la vida más de 130 personas, y la decisión de participar en las controvertidas elecciones de gobernadores realizadas en octubre.
Catalogado como un político "moderado", con buenos instintos y poco amigo de las polémicas, Barboza comenzó su carrera política en las filas del partido socialdemócrata Acción Democrática (AD), junto al cual llegó por primera vez al Parlamento en la década de 1960.
Entre 1985 y 1989 ejerció como gobernador del Zulia, tras ser nombrado por el entonces presidente de la República, Jaime Lusinchi. En 1995, después del establecimiento de la elección directa de gobernadores, se postuló como candidato para regresar a ese cargo, pero fracasó.
Pocos años después, rompió con AD y montó tienda aparte fundando Un Nuevo Tiempo, un partido que ha tenido en el Zulia su gran mercado electoral.
Bajo la sombra de la suspicacia
El nombramiento de Barboza al frente del Parlamento de Venezuela ha venido acompañado de polémica.
"El nuevo presidente de la AN es considerado la figura más leal a Manuel Rosales, excandidato presidencial en 2006 contra Hugo Chávez a quien militantes de otros partidos de oposición atribuyen presuntos pactos tras bastidores con el gobierno de Nicolás Maduro", explica Gustavo Ocando Alex, colaborador de BBC Mundo en Venezuela.
"Las acusaciones proliferan generalmente en redes sociales, sin mayores pruebas, sino citando una letanía de episodios políticos recientes, como que las autoridades levantaron su inhabilitación para participar en elecciones o que dos diputados de UNT impidieron a la bancada opositora escoger a los nuevos integrantes del Poder Electoral, al ausentarse Rosales de la sesión parlamentaria y romper el quórum", agrega.
La politóloga María Chiquinquirá Parra explica que estas circunstancias exacerbaron las suspicacias en grupos radicales y moderados de oposición contra el partido Un Nuevo Tiempo.
"Hay desconfianza y decepción con las posturas de Rosales y su partido. Hay un cuestionamiento fuerte a sus lealtades y a la honestidad de sus propuestas", afirmó Parra a BBC Mundo.
También arrojó leña al fuego de la polémica el que UNT no lograra a tiempo un consenso sobre su candidato a la presidencia, al punto que la elección de Barboza se concretó en una reunión a puertas cerradas a solo horas de la votación en el hemiciclo de la nueva directiva del Parlamento.
El politólogo Jesús Castillo Molleda resalta además que ni Rosales ni ningún vocero relevante de su partido desmintieron o explicaron las leyendas urbanas que corren con respecto a sus presuntos acuerdos bajo la mesa con Maduro y su entorno.
Sin embargo, el analista cree que la unidad de la oposición venezolana resulta favorecida por el hecho de que los partidos de oposición respetaron el acuerdo político de hace tres años de alternarse la presidencia de la Asamblea Nacional.
"Es un buen arranque de año para que estas fuerzas políticas se vuelvan a encontrar. Barboza es del ala más negociadora, madura, ecuánime. Es una decisión acertada. Es un hombre asertivo. No es escandaloso como Henry Ramos Allup (AD, presidente de la AN en 2016)", agregó.
Los expertos consultados dan por sentado que Barboza responderá a los lineamientos de Rosales, quien participó en las reuniones exploratorias de negociación con el Gobierno en República Dominicana a finales del año pasado.
En su partido, sin embargo, lo postulan como el político ideal para un año de elecciones presidenciales y de incipientes conversaciones con el gobierno de Maduro.
"Tiene vasta experiencia y no aspira a la presidencia de la República. Es un hombre ecuánime, que no es capaz de arrodillarse ante este gobierno. Tiene la suficiente ponderación para no ser estridente y sacar adelante este Parlamento", refrenda Eliseo Fermín, legislador y dirigente regional de Un Nuevo Tiempo.
Junto a Barboza este año estarán a la cabeza de la AN el diputado Julio César Reyes del partido Avanzada Progresista, como primer vicepresidente, y el parlamentario Alfonso Marquina de Primero Justicia, como segundo vicepresidente.
La nueva directiva del Legislativo venezolano fue escogida con el voto de los miembros de la bancada de oposición. Hubo 102 votos a favor y 5 abstenciones.