¿Era el informante más valioso de los servicios de inteligencia de Estados Unidos en Rusia?
Su nombre, según medios rusos, es Oleg Smolenkov y trabajó durante más de una década como agente encubierto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en el Kremlin de Moscú, según publicó este lunes CNN.
Eso hasta 2017 cuando, según informó después el periódico ruso Kommersant, quien fuera funcionario de la administración presidencial de Vladimir Putin salió repentinamente de la capital de Rusia. Dijo que iba de vacaciones a Montenegro con su familia. Y desapareció.
Kommersant también reportó que un hombre llamado igual que Smolenkov y una mujer con el mismo nombre que su esposa compraron una mansión de 760 metros cuadrados en Stafford, en el estado de Virginia, cerca de Washington DC.
La nueva vida que la familia Smolenkov llevaba en Estados Unidos se vio interrumpida la tarde del lunes 9 de septiembre cuando la historia del supuesto exespía comenzó a circular en los medios de comunicación.
"Solo puedo afirmar que este empleado existió, que fue despedido, y que no sabemos si era un espía o no. Esto es un pregunta para los servicios de inteligencia, que están haciendo su trabajo", dijo este miércoles el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
La primera información fue publicada por el canal de noticias CNN.
Citando a "múltiples funcionarios de la administración de Donald Trump", el medio estadounidense aseguró que en 2017 hubo una operación de la CIA para extraer a Smolenkov de Rusia.
La razón, según CNN, fue que la agencia de inteligencia temía que funcionarios estadounidenses pudieran revelar la identidad del informante, comprometiendo su seguridad.
La reunión de 2017
La decisión -agregó CNN- se tomó poco después de una reunión en 2017 entre el presidente Donald Trump, el canciller ruso, Sergei Lavrov, y el embajador ruso en Washington Sergei Kislyak.
En el encuentro, dijo el canal, el mandatario de Estados Unidos compartió inesperadamente información clasificada.
La noche del lunes, The New York Timespublicó más detalles sobre el supuesto espía, asegurando que aunque no estaba dentro del círculo interno de Putin, sí tenía acceso regular al presidente de Rusia e incluso podía fotografiar documentos de su escritorio.
Todas estas informaciones, no obstante, fueron negadas por el Kremlin.
"Su cargo no contemplaba contactos con el presidente", dijo el martes el portavoz ruso Peskov.
"Es cierto que Smolenkov trabajó en la administración presidencial, pero fue despedido hace varios años. Su trabajo no estaba en un alto nivel oficial", agregó y dijo que la historia parecía "literatura barata".
Los medios rusos, por su parte, aseguraron que Smolenkov había trabajado para Yury Ushakov, un importante asistente de política exterior del presidente Putin y ex embajador ruso en Estados Unidos.
El supuesto espía estuvo con Ushakov en Washington durante varios años hasta que este último se retiró en 2008.
De acuerdo a The New York Times, el espía habría sido clave en la conclusión de las agencias de inteligencia de EE.UU. de que Putin había orquestado personalmente lainterferencia de Rusia en las elecciones presidenciales estadounidenses en 2016, algo que Moscú siempre niega
Tras estos comicios, la CIA instó al informante a abandonar Rusia pues estaba preocupado de su seguridad, según The New York Times.
Smolenkov se negó a salir del país en primera instancia pero luego, en 2017, accedió bajo protección estadounidense, afirma el diario.
Tras la información de los medios de Estados Unidos, la CIA aseguró que los informes del canal eran "erróneos", "simplemente falsos".
El martes, el secretario de Estado, Mike Pompeo, describió el informe como "sustancialmente inexacto".
"Ustedes deberían saber que como ex director de la CIA no hablo de esto muy a menudo, solo en ocasiones en las que creo que algo pone en riesgo a las personas o los reportes son tan atroces que crean enormes riesgos para los Estados Unidos. Basta decir que la información es objetivamente incorrecta", dijo.
Salida apresurada
A última hora del lunes 9 de septiembre, la familia Smolenkov abandonó su hogar en la tranquila localidad de Stafford.
Según reporta el servicio ruso de la BBC, los vecinos aseguraron que salieron apresuradamente sin decirle a nadie adonde iban.
Al día siguiente, varios medios de comunicación se instalaron afuera de la mansión que, según Kommersant, tiene tres pisos con seis dormitorios, tres chimeneas y seis baños, y tiene un valor de US$925.000.
"Puedo imaginar fácilmente cómo un funcionario ruso de alto rango pudo ahorrar un millón de dólares para comprar bienes raíces en cualquier país del mundo", afirmó un ex funcionario de inteligencia estadounidense en una conversación con el servicio ruso de la BBC.
Oleg Smolenkov nació en 1969 en la ciudad de Ivanovo, en el centro de Rusia, y desde finales de los 90 trabajó para el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
A mediados de la década del 2000 fue nombrado como segundo secretario de la embajada rusa en Washington, donde se habría dedicado principalmente a asuntos financieros y económicos.
El servicio ruso de la BBC afirma que fue en Washington donde Smolenkov pudo establecer relaciones de confianza con el entonces embajador en la capital estadounidense, Ushakov, quien ahora ocupa el cargo de asesor del presidente de Rusia en asuntos internacionales.
Protección de testigos
Al volver a Estados Unidos en 2017 -y tras haberse desempeñado supuestamente como espía de la CIA en el Kremlin-, Smolenkov no cambió de nombre.
Según Joseph Fitsanakis, especialista en inteligencia y seguridad nacional de la Universidad de Coastal Carolina, esto es bastante común.
"De hecho, a todos los desertores se les ofrece unirse al programa de protección de testigos, pero la mayoría se niega", dijo al servicio ruso de la BBC.
En cambio, agregó el académico, los servicios especiales a menudo pactan con los agentes el llamado "acuerdo de desertores", por el que tienen protección las 24 horas, pero sin el cambio obligatorio de nombres y documentos.
Según Fitsanakis, de acuerdo con antiguas reglas no escritas, desde hace décadas los servicios de inteligencia de Rusia y de Estados Unidos no neutralizan a supuestos desertores en territorio extranjero.
Sin embargo, admite que todos estos "acuerdos no escritos" fueron violados por parte de Rusia después del intento de asesinato en Reino Unido del exespía Sergei Skripal, en marzo del año pasado.
Según el experto, este caso puede obligar a los servicios de inteligencia estadounidenses a revisar la práctica que se ha desarrollado en las últimas décadas.
"La tarea principal de los servicios especiales sigue siendo demostrar que todos los agentes que trabajan con ellos están seguros", dijo Fitsanakis a BBC Rusia.
"Sin esto, es simplemente imposible reclutar nuevos agentes. Así que no excluyo que ahora la familia Smolenkov se vea obligada a irse de Stafford, cambiar nombres y documentos", concluyó.