Las imágenes provocan conmoción generalizada en Sudáfrica.
En el día de Navidad, un grupo de hombres blancos se enfrentaron a puñetazos y forcejeos con dos adolescentes negros en la piscina de un centro vacacional en la provincia de Free State.
El altercado fue filmado y en la grabación se aprecia cómo uno de los hombres intenta estrangular a uno de los adolescentes. El mismo individuo luego mete la cabeza de uno de los chicos debajo del agua.
Uno de los hombres fue acusado de intento de homicidio por la policía. Otros dos fueron acusados de agresión.
El presidente de la república, Cyril Ramaphosa, condenó el incidente e instó a la policía a investigar este caso "sospechoso de racismo".
"El racismo no tiene lugar en nuestra sociedad y los racistas no tienen dónde esconderse... debemos defender nuestra misión nacional de liberar nuestra sociedad de las divisiones y daños de nuestro pasado".
Para muchos, estas imágenes violentas recordaron los tiempos del apartheid, una forma de gobierno en que la segregación y discriminación racial estaban institucionalizadas.
"Nos dijeron que la piscina era solo para blancos"
El altercado comenzó cuando Kgokong Nakedi, de 18 años, acudió junto a su primo de 15 años a la piscina del complejo vacacional Maselspoort Resort and Conference Center.
"Nos acosaron diciendo que no teníamos permitido usar la piscina porque era solo para blancos", dijo Nakedi en una entrevista con la cadena News Central TV.
Según testigos, los agresores no dijeron explícitamente que la piscina estaba "reservada para blancos", pero en el contexto sudafricano muchos interpretaron esto de inmediato.
Brian Nakedi, padre de uno de los adolescentes, dijo que su hijo le pidió interferir ante unos hombres blancos que le dijeron que no tenían permitido usar la piscina.
Nakedi declaró que los hombres le dijeron que todo se había tratado de un malentendido, que pensaron que los chicos no eran huéspedes del establecimiento.
Pero según se marchó, se desató la pelea.
La policía identificó a los involucrados como Johan Nel, de 33 años, y Jan Stefanus Van der Westhuizen, de 47. Ambos fueron acusados de agresión.
Pero el tercero, Jacobus Johannes Classen, de 48 años, está acusado de intento de homicidio.
El incidente tuvo lugar en Bloemfontein, en la provincia de Free State, una zona donde las tensiones raciales son recurrentes.
Condena generalizada
Además del comunicado público del presidente Ramaphosa, múltiples usuarios en redes sociales condenaron el incidente, preguntándose cómo pudo ocurrir en un país que vivió tan de cerca los horrores del racismo.
Otras instancias públicas se sumaron al rechazo.
"El turismo doméstico es una parte importante de nuestro sector y la discriminación racial por el dueño de un establecimiento o patrón simplemente no es aceptable", dijo el Departamento de Turismo sudafricano.
Varios partidos de diferente espectro político pidieron llegar hasta el fondo en las investigaciones.