La mayoría de las niñas secuestradas el mes pasado por militantes islamistas en la localidad de Dapchi, noreste de Nigeria, regresaron a sus hogares en la mañana de este miércoles.
El Ministro de Información y Cultura de Nigeria, Alhaji Lai Mohammed, señaló que 76 de las 110 menores fueron liberadas en horas de la madrugada, tras "esfuerzos detrás de escena" de las autoridades que llevaron a una "entrega incondicional" de las rehenes.
Sin embargo, el comunicado oficial no señala el número de niñas que, según reportes informales que circularon desde el secuestro, podrían haber muerto durante el cautiverio.
Las autoridades ordenaron poner pausa a las acciones militares en la zona para facilitar la liberación.
"El gobierno tiene claro que la violencia y la confrontación podrían poner en riesgo la vida de las menores, por lo que se ha preferido la opción de la no violencia", dijo.
Las niñas habían sido raptadas por militantes islamistas, que se cree pertenecen a Boko Haram, el 19 de febrero pasado.
Kundili Bukar, padre de una de las menores, le dijo a la BBC que en la liberación los extremistas llevaron a las niñas en carros, las hicieron descender y se retiraron de inmediato del lugar.
Los testimonios señalan que las niñas estaban exhaustas y hambrientas.
¿Boko Haram?
Un funcionario militar que trabaja en la zona indicó a la agencia de noticias Reuters que "Boko Haram había traído a las niñas".
Tras la entrada en la escuela de un comando de militantes, originalmente se había dicho que la mayoría de las niñas había logrado escapar y que ninguna había sido secuestrada.
Sin embargo, una semana después, las autoridades admitieron que sí estaban en poder de los extremistas.
El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, que llamó a los secuestros "un desastre nacional", se disculpó con las familias de las estudiantes. El pasado 12 de marzo, anotó que se realizaban negociaciones para garantizar su liberación.
El secuestro masivo inevitablemente fue comparado con un episodio similar ocurrido en Chibok, a unos 270 kilómetros de Dapchi, donde 276 menores fueron tomadas por la fuerza en abril de 2014.
El secuestro de Chibok generó condena internacional a gran escala y una gran campaña de reclamo a través de las redes sociales.
Algunas de esas niñas aún permanecen en cautiverio.