Más hijos, menos impuestos.

El gobierno de Hungría lanzó una campaña para incentivar la natalidad en el país que promete que las mujeres que tengan cuatro o más hijos estarán exentas de por vida de pagar el impuesto sobre la renta.

Según anunció el presidente húngaro, Viktor Orban, será una forma de "defender el futuro de Hungría" sin depender de la inmigración.

El mandatario de extrema derecha, que se opone a la llegada de inmigrantes -principalmente de musulmanes- a su país, aseguró durante su informe de gobierno en la noche del domingo que su iniciativa es una respuesta a la caída de las tasas de natalidad en Europa.

Orban cuestionó que, mientras para muchos países de la región la alternativa para esa contingencia era permitir la llegada de inmigrantes, los "húngaros piensan de manera diferente".

"No necesitamos números (de inmigrantes admitidos). Necesitamos niños húngaros", dijo durante su discurso que tuvo lugar en medio de protestas contra su gobierno.

¿Qué hay detrás del plan para promover la natalidad?

La población de esta nación de Europa del Este disminuye en más de 32.000 personas por año, según cifras oficiales, y las mujeres tienen menos hijos que la media en el resto del continente.

Es un fenómeno al que las antiguas repúblicas de la Unión Soviética no son ajenas y varios expertos ya advirtieron sobre las consecuencias a largo plazo.

En Hungría, la población ha disminuido de manera constante: de un máximo de 10,7 millones alcanzado en 1980 a menos de 9,7 millones en la actualidad.

Alrededor de 600.000 húngaros se mudaron a Europa occidental en la última década y los investigadores son escépticos sobre el número de ellos que regresará.

"Conseguir que aumente el número de nacimientos es muy difícil porque cada vez tenemos menos mujeres en edad fértil. Cada vez menos mujeres necesitan tener más y más bebés", aseguró a la BBC la secretaria de Estado para Familias de Hungría, Katalin Novak.

De hecho, se calcula que el número de mujeres en edad reproductiva disminuirá en un 20% en la próxima década.

¿En qué consiste el plan de Orban?

Según el gobierno húngaro, el nuevo paquete de medidas se basa en "el número de bebés que a las parejas realmente les gustaría tener" e incentivarlas con ayuda financiera.

Su objetivo es aumentar el número promedio de hijos de cada mujer a 2,1 en el año 2030 (actualmente es de 1,45, por debajo del 1,58 promedio en la Unión Europea).

Ahora, como parte de las medidas, a las parejas jóvenes se les ofrecerán préstamos sin intereses de unos US$36.000, que se cancelarán una vez que tengan tres hijos.

Otros puntos en el plan del gobierno incluyen:

  • Un compromiso para crear 21.000 guarderías en los próximos tres años.
  • Unos US$2.500 millones adicionales para invertir en el sistema de salud del país.
  • Subsidios de vivienda.
  • Apoyo estatal a quienes compren vehículos de siete plazas.

Un plan que no es para todos

Por Nick Thorpe, corresponsal de la BBC en Budapest

Los críticos del gobierno húngaro dicen que el paquete y la política a favor de la natalidad apuntan hasta ahora a las familias acomodadas e ignoran a los húngaros más pobres, incluidos unos 750.000 romaníes (gitanos).

Y es que la desgravación fiscal hace poco para ayudar a las familias que pagan pocos impuestos de cualquier modo.

Se ofrecen subsidios de vivienda de unos US$40.000 a familias capaces de invertir una suma similar, pero pocos romaníes tienen esos ahorros.

Además,, el gobierno nacionalista recortó los pagos de asistencia social y redujo la cantidad de meses de ayuda que pueden reclamar quienes se quedan sin trabajo.


¿Cómo ayudan otros países a las madres?

Muchos otros países de Europa con tasas de natalidad relativamente bajas introdujeron beneficios para las madres como pagos adicionales y otras medidas.

Los nacimientos en Rusia disminuyeron durante décadas: la población cayó de 149 millones en 1991 a 140 millones en 2018.

Por ello, para ayudar a las familias más pobres, el gobierno anunció el año pasado pagos mensuales de entre US$152 y US$167 hasta que el primer hijo cumpla 18 meses. También reciben un pago único de US$4.500 por cada uno de los siguientes hijos.

Serbia, uno de los vecinos de Hungría, tiene una de las poblaciones que disminuye más rápidamente en el mundo.

El año pasado, anunció que las nuevas madres recibirían un pago único de US$956 para su primer hijo, pagos mensuales de US$96 para el segundo hijo durante dos años y pagos adicionales para tres o más niños.

En Italia, la tasa de natalidad se encuentra entre las más bajas de Europa junto con Chipre y España. El gobierno italiano otorga a las madres una asignación mensual de US$90 por cada hijo nacido, mientras que las familias más pobres reciben hasta US$180 por niño.

En Alemania, nacieron más bebés en 2016 que en cualquier otro año desde 1996. Pero el país también ha implementado más incentivos para que las parejas tengan hijos. Los padres tienen derecho a una plaza en la guardería desde que su hijo cumple un año de edad.

Alemania tiene una nueva ley, el Good KiTa Act, que ofrece tarifas de cuidado de niños más baratas para los padres que no pueden pagar el coste total, así como una exención de pago para los padres que reciben un subsidio por hijos y beneficios relativos a su vivienda.

En 2016, Francia tenía la tasa de fertilidad más alta de la Unión Europea (1,92 hijos por mujer). España e Italia, por su parte, tenían la más baja con 1,34, según la agencia de estadísticas de la UE, Eurostat.

Las bajas tasas de natalidad también preocupan a los gobiernos en el este de Asia.

La tasa de matrimonios en Corea del Sur está en su nivel más bajo desde que comenzaron los registros (5,5 por cada 1.000 personas, en comparación con 9,2 en 1970) y muy pocos niños nacen fuera del matrimonio.

Según datos del Banco Mundial en 2016, solo unos pocos países como Singapur y Moldavia tienen una tasa de fertilidad tan baja como la de Corea del Sur: 1,2 por mujer.

La tasa de reemplazo generacional -el número necesario para que una población permanezca en su nivel- es de 2,1.

Níger, en África occidental, tiene en cambio la tasa de fertilidad más alta del mundo, con 7,24 hijos por mujer.

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