Los pedidos de clemencia llegaron de todo el mundo, pero no fueron escuchados.
Un hombre con discapacidad mental fue ejecutado este miércoles en Singapur, tras haber sido condenado por tráfico de drogas hace más de una década.
Nagaenthran Dharmalingam estuvo en el corredor de la muerte desde 2009 por intentar introducir en el país alrededor de tres cucharadas de heroína.
Su hermana confirmó a la BBC que había sido ejecutado.
Su caso fue muy controvertido ya que un experto médico evaluó que tenía un coeficiente intelectual de 69, un nivel que indica una discapacidad intelectual.
Pero el gobierno consideró que el hombre "entendió claramente la naturaleza de sus actos".
Un tribunal había desestimado el martes una apelación de última hora de la madre y alegó que a Nagaenthran se le había dado "el debido proceso de acuerdo con la ley".
Al final de la audiencia del martes, Nagaenthran y su familia utilizaron un hueco en una pantalla de vidrio para agarrarse fuertemente de las manos mientras lloraban, según un informe de Reuters.
Sus gritos de "ma" se escuchaban en la sala del tribunal.
Los argumentos
En una declaración anterior, el gobierno de Singapur sostuvo que Nagaenthran "no perdió su sentido de juicio sobre lo correcto o incorrecto de lo que estaba haciendo".
En 2009, el hombre fue sorprendido cruzando a Singapur desde Malasia con 43 g de heroína atada al muslo izquierdo.
Según las leyes de Singapur, las personas sorprendidas portando más de 15 gramos de heroína están sujetas a la pena de muerte.
Durante su juicio, el hombre de 34 años dijo inicialmente que lo obligaron a transportar las drogas, pero luego señaló que había cometido el delito porque necesitaba dinero.
El tribunal consideró que su defensa inicial fue "fabricada". Finalmente fue condenado a muerte en la horca.
En 2015, apeló para que se le conmutara la sentencia por cadena perpetua sobre la base de que padecía una discapacidad intelectual.
Al final, el tribunal determinó que no tenía discapacidad intelectual. El año pasado también se rechazó un intento de clemencia presidencial.
"El Tribunal de Apelación determinó que esto fue obra de una mente criminal, sopesando los riesgos y los beneficios compensatorios asociados con la conducta criminal en cuestión", dijo el Ministerio del Interior de Singapur en una declaración anterior.
El movimiento para detener su pena de muerte ganó fuerza en las redes sociales, donde incluso celebridades como el multimillonario británico Richard Branson y el actor Stephen Fry habían pedido a Singapur que perdonara a Nagaenthran.
La ejecución de una persona con enfermedad mental está prohibida por el derecho internacional.
El grupo de derechos Reprieve condenó la decisión del tribunal de Singapur y consideró al hombre una "víctima de un trágico error judicial".
"Los últimos días de Nagen los pasó, como gran parte de la última década, en el tortuoso aislamiento del confinamiento solitario", dijo la directora de Reprieve, Maya Foa.
Singapur tiene una de las leyes contra las drogas más estrictas del mundo.