"Soy su presidente de la ley y el orden".
Así se definió este lunes Donald Trump al dirigirse a la nación para abordar la situación de protestas y disturbios que envuelve a Estados Unidos en una profunda crisis social desde hace una semana.
"Lo que pasó ayer fue una vergüenza total", subrayó el mandatario estadounidense en referencia a las revueltas de la noche del domingo en la capital, cerca de la Casa Blanca.
Trump afirmó que si las autoridades estatales y locales no son capaces de contener los disturbios, está dispuesto a desplegar al ejército.
"Rápidamente resolveré el problema por ellos", expresó.
"Ahora estoy desplegando miles y miles de soldados fuertemente armados, personal militar y agentes de la ley para acabar con los disturbios, los saqueos, el vandalismo, los asaltos y la destrucción sin sentido de la propiedad".
"Terrorismo doméstico"
Al comenzar su alocución, Trump tuvo palabras con las que reconoció la indignación por la muerte de George Floyd, que ha sido el detonante de estos días de dolor y furia en EE.UU.
"A todos los estadounidenses les revolvió y dio náuseas, con razón, la brutal muerte de George Floyd", señaló Trump antes de prometer que el hombre de 46 años "no habrá muerto en vano".
Pero a continuación añadió que la memoria de Floyd no debe "ser ahogada por una masa enojada".
"Soy su presidente de la ley y el orden y un aliado de todas las protestas pacíficas", prosiguió.
"Pero estos no son actos de protesta pacífica", alertó. "Son actos de terrorismo doméstico".
"En los últimos días nuestra nación ha sido agarrada por anarquistas profesionales, masas violentas, incendiarios, saqueadores, criminales, Antifa y otros".
¿A qué se deben las protestas?
Las protestas, que se suceden por séptimo día consecutivo y a las que se han sumado nuevas ciudades, se desataron luego de que se difundiera un video en que se ve al hombre negro con dificultades para respirar en el piso, mientras un policía blanco le presiona el cuello con la rodilla.
Los agentes de policía abordaron a Floyd porque sospechaban que había usado un billete falsificado de US$20.
Al ser inmovilizado con la rodilla en su cuello, el hombre intenta pedir ayuda y grita en varias ocasiones "no puedo respirar" o "voy a morir".
Posteriormente, aparece inmóvil en las imágenes, antes de ser puesto en una camilla y trasladado en una ambulancia.
Derek Chauvin, el policía que aparece en la imagen, fue arrestado el viernes por su presunta vinculación con la muerte de la víctima y otros tres funcionarios del Departamento de Policía de Minneapolis (MPD) fueron despedidos.
El FBI se sumó a la investigación de los hechos.