Los participantes en la protestas desatadas por la muerte de de George Floyd a manos de la policía han encontrado algunas inesperadas muestras de solidaridad entre oficiales y agentes.
En varias ciudades, algunos jefes policiales y agentes han sido vistos uniéndose a marchas y vigilias iniciadas por el caso de George Floyd, un afroestadounidense fallecido luego de ser arrestado por policías de Minneapolis, Minnesota.
En Coral Gables, una municipalidad de Miami, agentes de varias corporaciones del sur de Florida se sumaron a una protesta pacífica el sábado que tuvo un momento de unión entre los uniformados y los manifestantes.
"Al final de la protesta se acercó un sacerdote, era un hombre negro, y pidió a todos arrodillarse y orar", le dijo a BBC Mundo la fotógrafa Eva Marie Uzcátegui, quien tomó varias imágenes para la agencia AFP.
La presencia de la policía generó cierto sentimiento de "desconfianza" entre algunos manifestantes, dice Uzcátegui, pero nunca escaló a confrontaciones verbales o violencia, como se ha visto en otras ciudades.
Floyd, de 46 años, murió en Minneapolis el pasado 25 de mayo luego de que fue arrestado por tres agentes, uno de los cuales, Derek Chauvin, ha sido detenido y acusado de asesinato en tercer grado.
El afroestadounidense estuvo unos 8 minutos en el suelo con Chauvin presionándole el cuello con su rodilla.
El caso desató una oleada de protestas, algunas escaladas hasta disturbios violentos y actos de saqueo, pero también una respuesta solidaria como la vista en Coral Gables.
"Este fue un buen primer paso en la dirección correcta. Fue un momento conmovedor", dijo un vocero de la policía de Coral Gables a NBC News.
"Es la acción lo que habla"
En otras urbes de Estados Unidos, policías también han generado simpatía en momentos de mucho enfado de los ciudadanos, principalmente de la comunidad afroestadounidense.
En el estado de Michigan, el sheriff Chris Swanson fue aplaudido luego de que se unió a ellos con sus agentes tras pronunciar un breve discurso.
"Queremos estar con todos ustedes, de verdad, así que me quité el casco, dejé los toletes, quiero hacer de esto un desfile, no una protesta", gritó Swanson a la multitud antes de marchar en la ciudad de Flint.
En una conferencia de prensa posterior dijo: "Es la acción lo que habla. La policía puede hablar, pueden hablar, pueden prometer, lo cual es parte de la frustración... Como dije ayer, vimos a un grupo de personas, blancas y negras, jóvenes y viejas, de todas partes, Indiana, Detroit, y están frustrados porque sus voces no han sido escuchadas".
En Santa Cruz, California, el jefe de la policía local, Andy Mills, se arrodilló durante unos minutos.
En tanto que en Houston, Texas, el jefe Art Acevedo se unió a la marcha que recorrió varias calles de la ciudad natal de George Floyd.
"Si tienes odio en tu corazón por la gente de color, supéralo. Porque esta ciudad es de una mayoría de minorías, de negros, de blancos, de marrones, de legales e ilegales, todos juntos, porque aquí juzgamos a otros por lo que tienen en el corazón", dijo en un apasionado discurso.
Otros policías se han sumado a las críticas al actuar de los policías de Minneapolis en el caso Floyd.
"No hay necesidad de ver más videos. No hay necesidad de esperar para ver cómo 'se desarrolla'", dijo el jefe de la policía de Chattanooga, Tennessee, en Twitter.
"No hay necesidad de poner una rodilla en el cuello de alguien durante NUEVE minutos. Hay una necesidad de hacer algo. Si llevas una insignia y no tienes problemas con esto... entrégala".
Pero sigue la represión
A medida que las protestas se han multiplicado, la mayoría pacíficamente, los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y algunos ciudadanos también han generado nuevos casos de agresiones.
La alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, anunció el despido de dos agentes que usaron "fuerza excesiva" contra una pareja de jóvenes que estaban en un automóvil. Videos del incidente muestran cómo los policías usaron sus armas de descargas eléctricas para que bajaran del vehículo.
En Nueva York, donde se han registrado protestas masivas, dos patrullas intentaron romper el bloqueo de decenas de personas en una intersección en Brooklyn arrollándolos con el vehículo. Varias personas resultaron heridas, según reportes de la prensa local.
El alcalde Bill de Blasio dijo que si bien estaba "molesto" por lo ocurrido, no culpaba a los agentes que enfrentaron "una situación extremadamente peligrosa".
Además, decenas de periodistas han denunciado que han sido objeto de agresiones por parte de las fuerzas de seguridad, que les han lanzado gases lacrimógenos y balas de goma, incluso tras haberse identificado como reporteros.
Tales ataques son "un inaceptable intento de intimidación", dijo el Comité para la Protección de los Periodistas.
En Washington D.C., cerca de la Casa Blanca, un agente antidisturbios arrolló con su escudo a un camarógrafo de la BBC.
El editor de la BBC en EE.UU., Paul Danahar, señaló que el reportero gráfico era "claramente identificable como un miembro de la prensa".
"El equipo de la BBC había seguido todas las instrucciones de la policía. El ataque tuvo lugar antes del toque de queda y sucedió sin aviso ni provocación".