"Dignidad, es la conquista de nuestra dignidad", dice Marco Castillo, un abogado y activista de los derechos de la comunidad LGBT+ en Costa Rica que ve en el primer minuto de este 26 de mayo un momento histórico
La llegada de este martes ha sido esperada durante años por él y miles de personas a las que se les había negado el deseo de tener un matrimonio con una persona del mismo sexo reconocido por la ley.
"Este paso es muy importante porque representa que ya hemos empezado a dar pasos hacia ser ciudadanos de primera clase. Porque hemos venido siendo ciudadanos y ciudadanas de tercera y segunda categoría", dice a la emisora Teletica, socia de BBC Mundo.
Cuando el reloj marque las 00:01 de este martes, el primer matrimonio entre dos mujeres se habrá llevado a cabo precedido de una gran celebración virtual, por las medidas de prevención ante la pandemia de covid-19.
La televisión estatal y canales en internet llegan al momento con una transmisión especial en la que participan las cantantes Mónica Naranjo y Lila Downs, el músico Manuel Obregón y la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, así como testimonios y mensajes desde otros países.
El momento es posible luego de que Costa Rica solicitara en 2016 una opinión a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).
El tribunal resolvió en 2018 que los Estados "deben reconocer y garantizar todos los derechos que se deriven de un vínculo familiar entre personas del mismo sexo", incluido el matrimonio.
Y esta recomendación fue dirigida a los países firmantes de la Convención Americana de Derechos Humanos, pero hasta ahora Costa Rica da el primer paso.
"Nuestro deber es combatir todo tipo de discriminación, sea por discapacidad, etnia, cultura, credo religioso, sexo, identidad y expresión de género, orientación sexual o cualquier otra", dijo el presidente Carlos Alvarado este lunes en un comunicado.
"Y desde ese enfoque que procura la defensa de todos los derechos humanos, es el lugar donde hay que entender este paso", añadió antes de reconocer que hay sectores descontentos con esta apertura.
Un país más a una corta lista
A pesar de pronunciamientos como los de la CorteIDH, el acceso al matrimonio para las parejas del mismo sexo sigue estando vetado en la mayoría de los países de América Latina.
Bolivia, Cuba, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana no reconocen el matrimonio entre dos personas del mismo sexo.
En Argentina, Brasil, Colombia y Uruguay sí está garantizado en la ley, mientras que en México solo en algunos de los 32 estados del país.
Chile y Ecuador sí reconocen la unión civil, pero no con la figura del matrimonio.
En el mundo solo una treintena de naciones reconoce el matrimonio igualitario, siendo Europa el continente con más naciones (17) que ofrecen esa opción en sus leyes.
En América, Canadá y Estados Unidos también lo aceptan. Solo Sudáfrica lo permite en el continente africano; solo Taiwán en Asia; mientras que Australia y Nueva Zelanda en Oceanía.
En cambio, 67 países criminalizan la unión de dos personas del mismo sexo, según el informe Homofobia de Estado 2019 de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex.
La batalla de Jazmín y Laura
En medio de la celebración de la comunidad LGBT+, el caso de Jazmín Elizondo y Laura Florez-Estrada -la primera pareja que consiguió una unión avalada por el Estado- aún sigue en vilo.
Obtuvieron un certificado de matrimonio en 2015, echando mano de un dato en la cédula de identidad de Elizondo: el documento decía que era de sexo masculino.
El 25 de julio de 2015, el abogado y activista Marco Castillo -quien también se casa este 26 de mayo- celebró el matrimonio, lo cual estaba entonces impedido en la ley costarricense.
"En realidad solo nos íbamos a ir vivir juntas, pero una noche me enfermé y Lalay (Laura) tenía un seguro. Llamó, realizó todo el proceso y al final le dijeron que solo se cubría al cónyuge, padres e hijos", le contó Elizondo al portal Teletica.
El matrimonio fue perseguido por la justicia hasta ser anulado y ambas denunciadas ante el Ministerio Público, con el riesgo de ir a la cárcel, hasta que una resolución el año pasado las libró del castigo.
Pero una decisión judicial el pasado 12 de mayo anuló el matrimonio, que sigue la batalla por el reconocimiento de su unión ante la Sala Constitucional.
"Estamos esperando salvar el matrimonio. Presentamos dos denuncias contra el juez que nos anuló el matrimonio. Esperamos celebrarlo con toda la dignidad de tener el matrimonio nuevamente inscrito", dijo Elizondo.
Para Gia Miranda, la directora ejecutiva de la campaña Sí Acepto Costa Rica, es un paso de un camino al que le falta mucho más por avanzar, dijo a la agencia AFP.
"Un cambio legal no implica que haya un cambio social, pero sí es un avance enorme, un hito maravilloso en la historia de Costa Rica".