Ha sido acusada de transportar armamento, agentes encubiertos y dinero a las zonas de conflicto en Siria e Irak. Ahora, la línea aérea iraní Mahan Air añadió una nueva ruta a su itinerario: Venezuela.
Este lunes despegó del aeropuerto de internacional Imán Jomeiní de Teherán el primer vuelo directo de esta compañía con dirección a Caracas, con una duración estimada de 16 horas de vuelo.
Hacia el mediodía de este lunes, la aeronave de Mahan Air ya se encontraba en el aeropuerto internacional de Maiquetía, Simón Bolívar, que sirve a la capital venezolana.
Según informó el portavoz de la Organización de la Aviación Civil de Irán, Reza Yafarzadeh, en este primer trayecto viajaba el director del Departamento para las Américas del ministerio de Exteriores de ese país, Mohsen Baharvand.
Y también llegó una comitiva oficial con el propósito de mantener un diálogo político con funcionarios del gobierno del presidente Nicolás Maduro acerca de la actual situación que vive Venezuela.
Yafarzadeh indicó que en la aeronave también viajaba una delegación de Mahan Air con el objetivo de negociar las condiciones para el mantenimiento de vuelos regulares entre ambos países, según reseñó la agencia de noticias iraní Mehr.
El establecimiento de una nueva ruta hacia Venezuela es un hecho notable, tomando en consideración que en los últimos seis años 18 de las 26 líneas internacionales que viajaban allí dejaron de hacerlo.
La razón ha sido la grave crisis que vive ese país sudamericano, según cifras ofrecidas la semana pasada a medios locales por el presidente ejecutivo de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela, Humberto Figuera.
El senador estadounidense Marco Rubio, uno de los más prominentes críticos del gobierno de Nicolás Maduro en Washington, criticó la llegada de la aerolínea iraní a Caracas.
"A no ser que Irán se haya convertido en una repentina fuente de turistas, esto es otro razón por la que el régimen de Maduro se ha convertido en una amenaza para la seguridad de EE.UU.", escribió en Twitter.
El vuelo de Mahan Air no será la primera ruta regular entre Caracas y Teherán. Hace una década, la línea aérea estatal de Venezuela, Conviasa, estableció un vuelo Caracas-Damasco-Teherán, con una frecuencia de dos veces a la semana.
En un trabajo publicado en aquella época por el diario español El País, se citaba a un funcionario de Conviasa, quien señalaba que la operación de cada vuelo debía costar unos 340.000 euros (equivalentes entonces a unos US$489.000), por lo que no podía cubrirse con la venta de billetes.
De acuerdo con el funcionario, entonces la explicación del establecimiento de la ruta obedecía a razones políticas, concretamente a la alianza establecida entre el presidente venezolano Hugo Chávez y su contraparte iraní, Mahmud Ahmadineyad.
Aerolínea bajo sanciones
Mahan Air es la segunda compañía aérea de Irán y es de propiedad privada.
Sin embargo, desde hace ocho años se encuentra bajo la mira de las autoridades de Estados Unidos por sus supuestos vínculos con organizaciones oficiales de ese país como el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) la cual este lunes fue declarada por el gobierno de Donald Trump como un "grupo terrorista".
En octubre de 2011, el departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones financieras en contra de esta aerolínea a la que acusaba de "proveer ayuda financiera, material y tecnológica" a la fuerza Al Quds, el grupo élite de la CGRI, al que se considera responsable de realizar misiones en el extranjero, tareas de inteligencia y operaciones militares no convencionales.
"La coordinación cercana entre la fuerza Al Quds -trasladando agentes, armas y fondos de forma secreta en sus vuelos- revela otra faceta de la extensa infiltración del CGRI en el sector comercial de Irán para facilitar su apoyo al terrorismo", dijo el entonces subsecretario del Tesoro, David S. Cohen.
De acuerdo con las autoridades estadounidenses, Mahan Air trasladaba a miembros de la fuerza Al Quds desde y hacia Siria para entrenamiento militar y además permitía que supuestos agentes encubiertos entraran y salieran de Irak evadiendo los controles de seguridad normales y no incluyendo sus datos de identificación en las listas de pasajeros.
El Tesoro estadounidense también señala a esta línea aérea de transportar de forma secreta armas, agentes y bienes pertenecientes a la milicia chiita libanesa de Hezbolá, considerada como grupo terrorista por Estados Unidos, Canadá y los Países Bajos, mientras que la Unión Europea solo aplica esa denominación a su ala militar.
En enero de este año, el gobierno de Alemania prohibió las operaciones en ese país de Mahan Air por considerar que estaba vinculada a actividades ilegales de Irán en territorio europeo.
Hace poco más de dos semanas, el gobierno de Francia tomó una medida similar alegando que esa compañía aérea transporta personal y equipo militar a Siria y a otras zonas en guerra en Medio Oriente.
La decisión de Mahan Air de abrir una ruta directa hacia Venezuela se produce en un momento de alta tensión política en ese país, donde la oposición y una parte importante de la comunidad internacional -encabezada por Estados Unidos- cuestionan la permanencia en el poder del presidente Maduro, a quien acusan de haber sido reelecto en unas votaciones fraudulentas.
El mandatario venezolano, por su parte, denuncia que Washington impulsa un golpe de Estado para derrocarle para apoderarse de los recursos naturales del país.
Maduro también dispone de numerosos apoyos internacionales entre los cuales destacan Rusia, China, Turquía, Cuba e Irán.