El tamaño de los empleados públicos, el número de diputados o las estructuras institucionales a menudo se encuentran en el centro del debate acerca de los recortes y las posibles medidas de austeridad de un país, sobre todo en tiempo de crisis.
Los salarios y los gastos de los altos cargos llaman la atención por las abultadas cifras o los numerosos complementos que aumentan la asignación básica, como la circunscripción por la que ha sido elegido el diputado, los viajes, las dietas o su trabajo en una determinada comisión.
Italia decidió esta semana en un referendo reducir el tamaño de las Cámaras parlamentarias del país en más de un tercio.
Los promotores de la medida, el populista Movimiento 5 Estrellas que forma parte de la coalición que gobierna Italia, argumenta que la medida ahorrará a los italianos más de 1.000 millones de euros (unos US$1.173 millones) a lo largo de una década.
Creen además que con el recorte las cámaras serán más eficientes y se acelerará el debate político.
Con casi la totalidad de las papeletas ya contabilizadas, el Sí a la reducción obtuvo un 70% de los votos en el proceso que se alargó dos días, durante la jornada del domingo y del lunes.
Unos 47 millones de italianos estaban llamados a votar en el referéndum, al mismo tiempo que se celebraban elecciones en siete regiones y unos 1.000 municipios del país.
La participación en el referéndum estuvo en torno al 55%.
345 escaños menos
El número de diputados en la Cámara Baja se reducirá de 634 a 400, mientras que el Senado recortará el número de cargos de los actuales 315 asientos a solamente 200.
Según los cálculos de Il Sole 24 Ore, Italia pasará a tener un diputado por cada 151.210 habitantes y un senador cada 302.420.
Será el país con menor representación parlamentaria con respecto a su población de toda Europa (0,7 diputados cada 100.000 habitantes) y se sitúa en la penúltima posición (junto con Polonia y solo por detrás de Alemania) en lo que respecta a número de senadores.
Y aunque la reforma no entraría en vigor hasta 2023, cuando se agote la presente legislatura, este cambio no es bueno, dicen quienes se oponen al recorte.
Dañará la democracia, creen, porque debilitará la autoridad del parlamento al "limitar la representatividad" y porque el ahorro de costes será mínimo.
Reforma "mal hecha"
"Esta reforma está mal hecha, solo recorta escaños de forma demagógica: habrá partes enteras del país que no tendrán representatividad territorial", dijo Antonio Tajani, expresidente del Parlamento Europeo y miembro de Forza Italia, el partido del expresidente Silvio Berlusconi.
"La promesa de pasar ahora a reducir los sueldos de diputados y senadores suena sobre todo como un cansado homenaje a un populismo en busca de argumentos "fáciles"", escribe el periodista Massimo Franco en el diario Il Corriere della Sera.
"Esto es un atajo populista, un anuncio electoral para el Movimiento 5 Estrellas y no tiene nada que ver con una reforma seria de las funciones de una democracia parlamentaria", dijo a la agencia de noticias Efe recientemente la veterana política y actual dirigente de la pequeña formación + Europa, Emma Bonino.
La consulta se llevó a cabo junto con varias elecciones regionales clave.
Hasta 7 regiones italianas debían renovar o elegir nuevo presidente.
Los resultados regionales fueron vistos como un revés para Matteo Salvini, el líder de la Liga Norte, un partido de extrema derecha, y un impulso para el Partido Demócrata de centro izquierda, que forma parte del gobierno de coalición del actual primer ministro Giuseppe Conte con el populista Movimiento 5 Estrellas.
Qué significa el resultado del referendo
El número total de diputados y senadores se reducirá de 945 a 600.
El cambio ya había sido aprobado por el Parlamento, pero necesitaba ser respaldado con el resultado de la consulta pública porque obligará a cambiar la constitución italiana.
El canciller Luigi Di Maio, exlíder del Movimiento 5 Estrellas y actual ministro de Exteriores, describió el resultado como "histórico".
"Podemos volver a tener un parlamento normal, con 345 escaños y menos privilegios", dijo.
Con la victoria del "Sí", los partidos tendrán que debatir si cambiar la ley electoral o mantenerla pero reducir el número de circunscripciones.