Los condones están hechos para ser utilizados una vez, pero muchas personas aparentemente no lo saben.

Una de las principales agencias de salud pública del mundo, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, se ha visto en la necesidad de advertirlo a la población.

"Lo decimos porque la gente lo hace: ¡no laves ni reutilices los condones! Usa uno nuevo para cada acto sexual", escribió en su cuenta de Twitter a finales de julio.

El CDC acompañó su mensaje con un enlace a una página con información sobre el uso de preservativos masculinos y femeninos, así como su eficacia en la prevención de enfermedades de transmisión sexual (ETS).

Aunque la institución no dio más detalles sobre por qué lanzaba esta alerta, la prensa de Estados Unidos apuntó a que esto puede estar vinculado a la reciente publicación de alarmantes cifras sobre las ETS en el país.

En 2016, hubo unos dos millones de casos de gonorrea, clamidia y sífilis, el mayor número desde que hay registro del número de personas con estas enfermedades.

"Mientras que esas tres ETS pueden ser curadas con antibióticos, si no son diagnosticadas y tratadas pueden traer serias consecuencias a la salud, como infertilidad, embarazo ectópico (un embarazo anormal que ocurre fuera del útero), muerte del feto y aumentan el riesgo de transmisión de VIH", dice el sitio de los CDC.

Errores comunes

Diversos estudios científicos desde 2012 han identificado 14 errores comunes en el uso de condón.

La reutilización del preservativo en un mismo acto sexual fue un problema detectado por cuatro investigaciones diferentes.

De 1,4% a 3,3% de los participantes reconocieron haberlo hecho.

Reutilizar un condón aumenta las posibilidades de que sufra una rotura. Y lavarlo con agua y jabón no sirve para eliminar por completo los virus, bacterias o esperma que contengan.

Entre otras fallas frecuentes está el ponerlo a mitad del acto sexual, sacarlo antes de terminarlo o no desenrrollarlo por completo.

Otro error ocurre cuando la persona no aprieta la punta del condón al colocarlo para quitar el aire que puede quedar atrapado allí.

Algunas personas no comprueban si el preservativo está dañado, mientras que otras al ver que se lo pusieron del lado equivocado se lo quitan, le dan vuelta y lo vuelven a usar, lo cual es un error.

El uso correcto y constante de los preservativos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), reduce en un 80% o más el riesgo de una persona de contraer ETS, VIH y hepatitis viral.

El CDC recuerda que este método protege de otras enfermedades que también pueden transmitirse de esta forma, como el zika y el ébola.

El condón también tiene una efectividad de 98% en la prevención de embarazo cuando se usa correctamente.

Pero ese índice puede caer al 85% en situaciones cotidianas, con su manejo equivocado.

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