Una ola de calor tiene a buena parte de Europa bajo alerta por las altas temperaturas, sequías y extensos incendios forestales.
Países escandinavos han experimentado temperaturas de hasta 10 grados por encima de las habituales para esta época del año, informó la portavoz de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Claire Nullis.
"Incluso en latitudes cercanas al círculo polar ártico las temperaturas superaron los 30 grados en los últimos días, algo que es bastante extraordinario", sostuvo Nullis en declaraciones recogidas por la agencia EFE.
En Laponia, donde normalmente predomina la nieve y el frío, se han registrado temperaturas máximas de 33 grados.
En el norte de Noruega, el termómetro también ha superado los 30 grados, lo cual es inédito.
En ese país, la temperatura mínima en la noche registró un nuevo récord de 25 grados el pasado 18 de julio.
Esos niveles de temperatura son "más bien típicos de España", pero no de Noruega, dijo Nullis.
"Puede tener un gran impacto en la agricultura y en el riesgo de incendios", advirtió.
La portavoz explicó que las temperaturas extremas están alargando la sequía que vienen sufriendo países del norte de Europa desde mayo.
Imágenes del Servicio Meteorológico Nacional de Reino Unido muestran cómo de mayo a julio el país ha perdido el verde de la mayor parte de su territorio por la falta de lluvias.
El territorio británico no había experimentado una ola de calor similar en las últimas cuatro décadas, según el meteorólogo británico.
Pero Suecia es el país más afectado por los incendios forestales. Las columnas de humo son tan extensas que ya pueden verse desde el espacio, según los reportes de la OMM.
Hasta este domingo había 53 incendios desde la ciudad sureña de Malmo hasta el extremo norte del país, según el gobierno sueco.
Italia, Alemania, Polonia y Francia enviaron equipos de ayuda a Suecia.
Pero con temperaturas que se disparan nuevamente, están en una carrera contra reloj para controlar los incendios.