Destrucción, muerte y desolación. Ese fue el panorama que dejó el golpe de cuatro tornados en el estado norteamericano de Kentucky en la noche del viernes.

Aunque aún no hay un balance definitivo de muertos, el gobernador Andy Beshear dijo que la cifra de víctimas mortales estaría entre 70 y 100, la mayoría de ellas dentro de una fábrica de velas en la localidad de Mayfield. Beshear declaró el estado de emergencia en Kentucky.

En otros estados del país se preparan para hacer frente a fenómenos similares. El Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU. ha emitido advertencias de tornados en varias zonas de otros estados como Arkansas, Tennessee, Illinois y Missouri.

El presidente, Joe Biden, aprobó este sábado la declaración de emergencia en Kentucky para acelerar así la ayuda federal necesaria para hacer frente a los daños provocados por los tornados. Además, afirmó en Twitter que trabaja de la mano con los gobernadores de los estados afectados para "para asegurarse de que tengan los que se necesitan".

Estructuras completas, como este taller de automóviles en Mayfield, colapsaron. En las calles se pueden ver casas sin techo, edificios destruídos, restos de coches y decenas de personas intentando recuperar de entre los escombros algunas de sus pertenencias.

En la ciudad de Bowling Green no tuvieron mejor suerte, como deja claro el estado en el que quedaron muchas de sus edificaciones.

La violencia del tornado arrastró vehículos y dejó cuantiosos daños materiales.

Otros tornados se han registrado en las últimas horas a lo largo del país. En Edwardsville, Illinois, decenas de empleados quedaron atrapados en una bodega de Amazon tras el colapso del techo. Se habla de por lo menos dos víctimas mortales en el lugar.

Aunque no se ha establecido una relación causa-efecto entre estos tornados y el cambio climático, los expertos advierten que el calentamiento global puede aumentar la frecuencia con la que se producen fenómenos meteorológicos extremos.

 

Publicidad