El Balneario Camboriu ha sido apodado el "Dubai brasileño" y es fácil ver por qué.

La ciudad de poco más de 145.000 habitantes situada en el sur de Brasil cuenta con un récord sorprendente.

A pesar de ser mucho más pequeña que las megaurbes de Sao Paulo o Río de Janeiro, el balneario alberga seis de los 10 edificios residenciales más altos de América del Sur, según datos del Council on Tall Buildings and Urban Habitat, una ONG internacional.

Pero hay, literalmente, un lado oscuro en estas cifras.

La mayoría de los rascacielos se encuentran a lo largo de Praia Central, la playa más famosa de la ciudad.

Esta concentración de edificios gigantes ha hecho que la playa "pierda" el sol.

"Después de las 2 de la tarde, los rascacielos bloquean la luz del sol y sumergen la playa en la sombra. Es así de simple", le dice a la BBC la residente Sabrina Silva.

La sombra de los rascacielos que se proyecta sobre la playa hace que esta sea más fría y oscura.

"Lo que es peor es que la gente tiene que amontonarse en los estrechos espacios soleados que deja el espacio entre los edificios para tomar el sol. Es un infierno", agrega Silva.

Popularidad duradera

Aún así, Praia Central sigue siendo la playa más popular de la ciudad.

Incluso en tiempos de covid-19, ha estado abarrotada en los días soleados, y los bañistas desafían las restricciones de control de la pandemia.

Algunos lugareños como Isaque Borba, un historiador especializado en el pasado de Balneario Camboriu, cree que hay demasiado alboroto por nada.

 

"Los tiempos han cambiado. Mucha gente no quiere permanecer bajo el sol porque podría ser peligroso para su salud. Las sombras permiten que la gente haga ejercicio en el paseo marítimo y no sudar", le dice Borba a la BBC.

"Si los rascacielos fueran realmente un problema, ¿por qué la gente sigue viniendo? Tal vez realmente disfruten de Praia Central como es ahora".

Punto de acceso turístico

Balneario Camboriu es un destino muy popular.

Casi un millón de personas visitaron la ciudad en 2019, según el departamento de turismo, lo que la convierte en uno de los lugares más visitados de todo Brasil.

La ciudad también atrae a ricos y famosos: según los medios locales, el futbolista Neymar compró a principios de este año un ático valorado en US$5,7 millones en uno de las urbanizaciones de lujo más nuevas.

Los visitantes -nacionales e internacionales- también se ven atraídos por una vasta presencia de bares, restaurantes y discotecas.

Incluso hay una noria panorámica gigante similar al London Eye en Praia Central.

Además, en comparación con ciudades costeras más conocidas como Río de Janeiro, Balneario Camboriu también es mucho más seguro.

Añadir arena

Aunque los lugareños como Isaque Borba no ven las sombras en Praia Central como un gran problema, el alcalde Fabricio Oliveira anunció antes de Navidad un plan de remodelación para Praia Central.

El objetivo es duplicar los 25 metros de ancho actual de la playa colocando más arena.

"No estamos haciendo esto por las sombras, pero es obvio que con una playa más ancha tendremos más luz solar", dijo Oliveira a la BBC.

Verticalización

La construcción vertical es la forma más común para este balneario.

Ayuda que la legislación local que no imponga límites a la altura y que con su popularización como destino de vacaciones durante las últimas cuatro décadas, la demanda de inmuebles se ha disparado.

Pero hay otras preocupaciones sobre esta "verticalización".

El científico ambiental y profesor universitario Marcus Polette es uno de los autores de un estudio publicado en 2018, que advirtió que Balneario Camboriu podría enfrentar una grave escasez de agua para 2028 debido al crecimiento y la densidad de su población.

"La población de la ciudad ya aumenta en casi un 3% cada año y esto solo empeorará una vez que la remodelación de Praia Central la haga más atractiva", cree Polette.

En los últimos años se han producido crisis de oferta, especialmente en el pico de las vacaciones de verano.

"Durante este período, la población local aumenta considerablemente con la llegada de turistas y veraneantes; puede llegar fácilmente a más de 800.000 personas", agrega.

"Comparado con esto, la sombra en Praia Central es meramente un problema estético", concluye el científico.

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