El gobierno de Países Bajos ha pedido disculpas por su pasado colonial y por el tráfico de esclavos, así como por la exploración de nuevas tierras entre los siglos XVII y XIX.
El primer ministro Mark Rutte dijo que la esclavitud debe ser reconocida en "los términos más claros" como "un crimen de lesa humanidad".
Su discurso tuvo lugar en La Haya, este lunes, en anticipo de una visita ministerial al Caribe y Surinam, donde el Reino de Países Bajos tenía colonias.
En su declaración, Rutte dijo: "Hoy pido disculpas por las acciones pasadas del Estado neerlandés de esclavizar pueblos en el pasado".
División en el país
Pero esa declaración ha dividido al país, no solamente en torno a si el gesto se debió hacer, cuándo se debió haber hecho, qué acciones concretas debería acompañar la declaración y lo que podría costar.
Los críticos señalan que no se hicieron suficientes consultas y se quejan de la manera en que el gabinete ministerial promovió la medida. Argumentan que tiene un "toque colonialista".
Seis fundaciones de Surinam habían solicitado una orden judicial para fijar la fecha de la disculpa para el 1 de julio de 2023, cuando se cumple el 150 aniversario del fin oficial de la esclavitud en las colonias neerlandesas.
"Si va a haber una disculpa, debería ser el primero de julio, que es la fecha de nuestra emancipación, cuando nos quitaron las cadenas", afirma el DJ Etienne Wix, cuya estación de radio comunitaria mArt está entre los grupos que buscan que se conmemore esa fecha.
Edad de Oro a cuestas de la esclavitud
Mas de 600.000 personas fueron traficadas de África y Asia por mercaderes neerlandeses entre los siglos XVII y XIX.
Hombres, mujeres y niños esclavizados fueron forzados a trabajar en las plantaciones de azúcar, café y tabaco, en minas y como esclavos caseros en el "Nuevo Mundo", las tierras colonizadas en el continente americano y el Caribe. Fueron sometidos a una extrema violencia física, mental y sexual.
Los frutos de esa brutal labor enriquecieron el Reino de los Países Bajos y contribuyó a la llamada "Edad de Oro", un período de prosperidad económica en el siglo XVII que vio a Países Bajos lograr enormes adelantos en la ciencia y la cultura.
Un estudio del Consejo de Investigación Neerlandés encontró que sólo en la provincia occidental de Holanda, 40% de su crecimiento económico entre 1738 y 1780 podía atribuirse a la esclavitud.
"Países Bajos es una de las sociedades europeas con los más directos y extensos vínculos a la esclavitud", expresó Pepijn Brandon, profesor de Economía Global e Historia Social de la Universidad Libre de Ámsterdam, que publicó la investigación.
Brandon cree que en la última década ha habido un cambio en la percepción pública sobre el legado de esclavitud neerlandesa, con el reconocimiento que el colonialismo y la esclavitud fueron centrales para que Países Bajos se convirtiera en una de las principales naciones comerciales.
Una creciente atención en los medios y en la educación muestra que el tema se aborda ahora de manera diferente, añade. Este despertar ha generado preguntas fundamentales sobre la distribución de la riqueza neerlandesa y de los prejuicios de la era colonial que prevalecen actualmente.
"La mayoría de la gente considera que la Edad de Oro es un término equivocado", dijo a BBC News Quinsy Gario, poeta y activista por la igualdad de derechos en Ámsterdam.
"De manera que el asunto real ya no es la terminología. Si reconoces que la Edad de Oro ya no es dorada, ¿qué significa el rectificar el daño, rectificar los sistemas que fueron establecidos en ese entonces?"
Y ese, señala, debe ser el punto de partida de una disculpa.
El prejuicio actual
Los planes para pronunciar la disculpa formal se dieron una semana después de un informe que encontró que personas dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores de Países Bajos fueron víctimas de comentarios racistas y algunas de ellas, incluso, no fueron tomadas en cuenta para ser promocionados debido al color de su piel u origen étnico.
En ese mismo departamento, los países africanos fueron descritos en comunicados internos como "países de macacos".
El ministro de Relaciones Exteriores, Wopke Hoekstra, se disculpó después, reconociendo que el informe podría afectar la reputación del país en el exterior.
Países Bajos ha sido acusado de perpetuar e institucionalizar el racismo.
En 2020, el relator especial de la ONU sobre el racismo, Tendayi Achiume, afirmó que la autoimagen de "tolerancia" de los neerlandeses estaba obstaculizando la lucha contra la discriminación y el racismo sistémico dentro de la policía de ese país.
Las personas de origen migrante en promedio viven en casas más pequeñas, tienen menos ingresos y preparación académica, y peor salud, según un informe de la organización Estadísticas Neerlandesas.
"Los migrantes son tratados como ciudadanos de segunda clase desde el primer momento", explica el profesor Brandon. "Eso significa un lugar de partida desigual. Y de por sí, el racismo como justificación de la esclavitud, que vemos hoy día".
Una neerlandesa de origen surinamés comentó a la BBC: "Nos gusta decirnos a nosotros mismos que somos tolerantes. Celebramos esta tolerancia, pero la tolerancia inherentemente significa aceptar algo que no te gusta, y así es como nos sentimos, no estamos bienvenidos, sólo somos tolerados".
Quinsy Gario creo el movimiento "Pete el Negro es racismo", llamando la atención a la tradición anual de Sinterklaas (Papá Noel) que, hasta hace unos pocos años, involucraba la práctica generalizada de personas de raza blanca pintándose de negro para representar el personaje ficticio Zwarte Piet - o Pete el Negro.
Él sostiene que este tipo de actitud todavía existe entre la sociedad neerlandesa. Y cita un escándalo que hubo con el subsidio de cuidado infantil de Países Bajos, cuando se encontró que la oficina de impuestos había perseguido agresivamente a familias con antecedentes migratorios para cobrarles dinero que no debían.
Igualmente critica la representación del cuerpo diplomático de Países Bajos, que describe como "gente rubia, de ojos azules".
¿Reconocimiento y reparaciones?
De la mano de la disculpa formal, el gobierno neerlandés ha prometido destinar unos US$200 millones a proyecto de concientización y prometido invertir otros US$27 millones para un museo sobre la esclavitud.
Aproximadamente 70% de la comunidad afrocaribeña en Países Bajos, cuya mayoría es descendiente de esclavos, creen que la disculpa es importante. Sin embargo, dentro de la población más amplia, casi la mitad de los neerlandese no apoyan la disculpa, mientras de 38% sí, según una encuesta de I&O Research.
Algunos han manifestado preocupación sobre el costo potencial de las reclamaciones por reparación: otros arguyen que no fueron ellos ni sus ancestros los que esclavizaron o se beneficiaron del colonialismo, así que rechazan el concepto de una disculpa colectiva.
Linda Nooitmeer, directora del Instituto Nacional para el Estudio de la Esclavitud Neerlandesa y su Legado, ha estado involucrada en las negociaciones. Dice que una disculpa le permite al pueblo mirar hacia el futuro y considerar los pasos a seguir.
"El foco debería ser en cómo podemos reparar, cómo podemos restaurar todo lo que se ha roto, no sólo en las colonias sino aquí en Países Bajos también", afirma.
Añade que el hecho que se hubiese discutido (y que ahora se realiza) la disculpa significa que la vidas de las minorías está a la cabeza de la agenda de Países Bajos.
"Significa que somos visibles. Todavía hay mucho dolor de no ser reconocidos. Esta es una oportunidad de hacernos ver", asegura.
Como muchos países en Occidente, los partidos de extrema derecha tienen un número considerable de adeptos en Países Bajos y estos partidos se oponen a una disculpa.
Thierry Baudet, líder del Partido Foro para la Democracia, afirma que su grupo "no ve el sentido de tales gestos".
Reconocimiento de la realeza
Además de la disculpa del gobierno, le rey Willlem-Alexander ha comisionado una investigación independiente sobre el papel de la familia real neerlandesa en el pasado colonial y el presente postcolonial.
La investigación se da cuando otras monarquías consideran su rol en el comercio de esclavos.
En Reino Unido, el rey Carlos III y el príncipe de Gales expresaron su lamento "personal" y "profundo" por la participación británica en el tráfico trasatlántico de esclavos durante discursos hechos en Ruanda y Jamaica este año.
Una disculpa oficial de los neerlandeses podría aumentar la presión para otros reconozcan y hagan reparaciones, por los abusos históricos y contemporáneos, de una forma más explícita y tangible.
Quinsy Gario cree que eso debe incluir reparaciones y colaboraciones. "Una disculpa que valga realmente significa escuchar, y reconstruir la manera en que funciona el reino, y sanar el terror psicológico y las desigualdades materiales. Las palabras están bien pero las acciones deben significar reparaciones".
*Este artículo fue adaptado y traducido de un reportaje de la corresponsal de BBC News en La Haya, Anna Hollian, cuya versión original puedes leer aquí.