La ola de calor en el hemisferio norte está batiendo récords en 2021.
Un ejemplo claro de ello es el caso de Lytton, un pequeño pueblo de la Columbia Británica, en Canadá, que registró a principios de julio la temperatura más alta de la historia en el país con 49,5 °C.
Eso provocó incendios sin control que envolvieron al pueblo en llamas y sus 250 habitantes tuvieron que huir para salvar sus vidas.
Noticias menos dramáticas pero no menos preocupantes se repiten en toda la costa oeste de América del Norte ante las alarmantes altas temperaturas que se registran desde que comenzó el verano boreal.
"Asesino silencioso"
El planeta ya se ha calentado alrededor de 1,2 °C desde que comenzó la era industrial y las temperaturas seguirán aumentando a menos que los gobiernos de todo el mundo hagan recortes drásticos en las emisiones de CO2, advierten los científicos.
Y las altas temperaturas tienen consecuencias directas y letales sobre nosotros.
"El calor extremo es un asesino silencioso. Es la principal causa de muerte vinculada a los desastres relacionados con el clima", afirma Jane Gilbert, jefa de calor del condado de Miami-Dade (Florida, EE.UU.) y la primera en ocupar un cargo de estas características en el mundo.
Según cifras de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, entre los años 2004 y 2018, unas 702 personas murieron en promedio anual por causas relacionadas con el calor en ese país.
Sin embargo, un estudio de 2020 de investigadores de la Universidad de Columbia Británica halló que en realidad miles de muertes pueden ser atribuibles al calor cada año en EE.UU.
El informe estimó que el calor contribuyó a la muerte de 5.600 personas de media anual entre 1997 y 2006 en 297 condados que comprenden tres quintas partes de la población de EE.UU.
Es por estas preocupaciones crecientes que algunas ciudades están tomando medidas para hacerle frente y buscar estrategias para cuidar a su población.
En abril de este año, el condado de Miami-Dade nombró a Jane Gilbert como su primera jefa de calor.
Su puesto encaja dentro de la City Champions for Heat Action, una iniciativa que forma parte de la Extreme Heat Resilience Alliance, una alianza de ciudades contra el calor extremo a la que se sumarán Atenas (Grecia) y Freetown (Sierra Leona).
Pero ¿qué hace exactamente una jefa de calor?
"Estoy encargada de trabajar en todos los departamentos, sectores y comunidades dentro del condado de Miami-Dade para desarrollar e implementar una estrategia para reducir los impactos del calor extremo en aumento (?) buscar soluciones que reduzcan el carbono y ayudar con el aumento del nivel del mar", le dice a BBC Mundo Jane Gilbert.
"El calor está subiendo no solo en temperatura sino en humedad y ambos están relacionados al cambio climático. Y esto sucede a medida que nos convertimos en una ciudad más urbana y ponemos más pavimento, más aire acondicionado y tenemos menos copas de árboles", añade.
Entre las medidas concretas para hacerle frente a las olas de calor en las ciudades, que Gilbert define como "islas de calor urbano", la más clara y productiva es plantar árboles.
"Los árboles son los que más beneficios generan porque absorben el agua de lluvia, secuestran el carbono y proporcionan sombra. Es una triple ganancia", describe Gilbert.
También es importante colocar el árbol correcto en el lugar adecuado y que no termine causando más problemas cuando ocurre un huracán, señala la jefa de calor.
Crear más sitios que generen sombra, por ejemplo en los sectores de juegos de niños en las plazas o en las paradas de autobús, es otra de las prioridades de Miami, al igual que poner foco en los materiales que se utilizan para la construcción de edificios, especialmente en los techos.
Y construir espacios que alienten a la población a caminar, usar bicicleta y el transporte público, ya que este tipo de comportamiento reduce la producción de gases de efecto invernadero, que son los que aumentan el calor global.
Inundaciones y nivel del mar
El calentamiento global no solo se traduce en aumento de temperatura. Existen otras consecuencias que afectan directamente nuestra vida en la ciudad e incluso pueden ponerla en peligro.
Si la temperatura de la Tierra sube, las masas de aire pueden contener cada vez más vapor de agua, lo que se traduce en lluvias extremas que a su vez derivan en inundaciones devastadoras como las de Alemania y Bélgica que en julio dejaron más de un centenar de muertos.
El aumento del nivel del mar es otra de las consecuencias del calentamiento global que puede ser devastador para ciudades que están al borde del océano, como Miami.
Y existe una fuerte evidencia que sugiere que el número y la severidad de los huracanes o tormentas tropicales podrían estar relacionados con el calor extremo del cambio climático, apunta Gilbert.
Es por todo esto, y por los peligros que representa para la vida, que en Miami -pese a no ser la ciudad que experimenta más calor de Estados Unidos- las autoridades consideran esencial ponerse a trabajar para evitar catástrofes como las recientes en Canadá o Europa.
"En el noroeste del (océano) Pacífico hubo temperaturas más altas que las que hemos tenido en Miami y no están preparados. El 50% de la población no tiene aire acondicionado. Vimos los impactos de eso. Ha sido devastador para esa zona", explica Gilbert.
"Nosotros contamos con población sin hogar, así como un sector de ingresos bajos que no tiene aire acondicionado o no lo usa tanto porque es muy caro. También tenemos la mayor cantidad de trabajadores al aire libre de cualquier otro condado en Florida", enumera.
"Entonces hay personas que son sensibles cada vez que llega el calor y todos somos bastante vulnerables si tenemos un evento de corte de energía generalizado y prolongado", señala la funcionaria, que recuerda el caso del hogar de ancianos de Florida en el cual después del huracán Irma en septiembre de 2017, el calor sofocante tras un corte de energía causó la muerte de 12 adultos mayores.
Las personas mayores, los niños, las embarazadas y aquellos que trabajan al aire libre son los más vulnerables a sufrir los efectos de una ola de calor.
Por eso también es importante tomar medidas a nivel personal.
"Como individuos necesitamos planificar el día si va a ser caluroso. Intentar pasar tiempo al aire libre temprano en la mañana o en la noche; asegurarse de tener acceso al agua o alguna forma de hidratarse; y tomar descansos en la sombra o con aire acondicionado", sugiere Gilbert.
"El calor extremo puede ser muy peligroso", dice.
No lo subestimemos.