El número de desaparecidos en California a causa de los incendios forestales se duplicó y ya supera los 600, según informaron este jueves las autoridades locales, que hallaron siete cadáveres más.

Varios focos se encuentran activos en este estado. Camp Fire, el más letal de todos, acabó con la vida de al menos 63 personas. Comenzó a arder hace ocho días y barrió velozmente una franja al norte, dejando muy poco tiempo a los residentes para escapar. Casi 12.000 inmuebles quedaron destruidos.

Woolsey Fire, en el sur, dejó tres muertos. En toda California, unos 9.400 bomberos combaten el fuego.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitará las zonas afectadas el sábado.

La lista oficial de desaparecidos rondaba los 300 hasta el jueves, cuando las autoridades la elevaron a 631.

El alguacil del condado de Butte, Kory Honea, explicó en una conferencia de prensa que esto se debía a que los investigadores ahora habían cruzado datos de manera concienzuda, incluyendo fuentes como las llamadas al servicio de emergencias recibidas desde que Camp Fire empezara el pasado 8 de noviembre.

"Quiero que entiendan que el caos con el que estábamos lidiando era extraordinario", afirmó Honea.

Enfatizó que lo más seguro era que la cifra fluctuara en los próximos días.

"Si ven la lista y ven su nombre o el de un amigo o el de un ser querido, por favor llámennos para hacérnoslo saber", pidió Honea al público general.

¿Cuál es la situación de los incendios?

El Departamento de Bomberos de California aseguró que alrededor del 40% de las llamas de Camp Fire están bajo control.

"Seguimos combatiendo el fuego. Seguimos alertas", dijo el jefe de la institución, Ken Pimlott.

Los agentes no esperan poder contener al 100% este foco, que ya arrasó con 56.600 hectáreas, hasta fin de mes.

A este se suman los otros frentes que tienen abiertos, uno es Woolsey Fire, en el condado de Ventura, cerca de Los Ángeles. Este se extiende a lo largo de 40.500 hectáreas y está controlado al 62%.

Hill Fire, también en Ventura, es más pequeño (1.800 hectáreas) y el 99% está bajo control. Morgan Fire, en el condado de Contra Costa, cercano a San Francisco, cubre ocho hectáreas y el 60% está ya está controlado.

El área que sufrió más estragos fue la localidad de Paradise que, según las autoridades, tendrá que ser "totalmente reconstruida", una tarea que tomará muchos años.

Las causas de los incendios aún no han sido confirmadas por las autoridades.

Históricamente, la "temporada de incendios" en California empieza en junio y acaba en septiembre, pero los expertos habían advertido que este riesgo se había extendido a todo el año. Esta vez, la baja humedad, los vientos cálidos y los suelos áridos tras un mes sin lluvias produjeron un ambiente ideal para la rápida expansión del fuego.

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