Oficialismo y oposición en Venezuela llevarán su pelea a las urnas el 15 de octubre en las elecciones regionales.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció este lunes la fecha tras varias semanas de retraso después de que la plenipotenciaria Asamblea Constituyente, que está por encima de todos los poderes del Estado, aprobara el adelanto de diciembre a octubre.
La contienda por las gobernaciones de los Estados será el primer duelo electoral entre oficialismo y oposición tras el claro triunfo de los opositores en las legislativas de diciembre de 2015 y después de que el CNE suspendiera un proceso de referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro y la oposición no concurriera a la elección de la Asamblea Constituyente.
Desde entonces se recrudeció el conflicto político. El Ejecutivo y el poder judicial desconocieron al Parlamento, al que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) consideró en desacato.
Dos sentencias que le quitaban poderes al legislativo provocaron de abril a julio cuatro meses de protestas antigubernamentales que dejaron un saldo de más de 120 muertos.
Las protestas cesaron tras la elección el 30 de julio de la Asamblea Constituyente, en la que la oposición no participó por considerarlo un proceso fraudulento.
El suprapoder, que debe redactar una nueva Constitución y reformar el Estado, está por lo tanto controlado por el oficialismo. Hace varias semanas decidió adelantar de diciembre a octubre unas elecciones que deberían haberse celebrado a finales de 2016, cuando expiraban los mandatos de cuatro años de los gobernadores.
Certificado de "buena conducta"
La oposición, agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) presentará candidatos únicos para cada una de las 23 gobernaciones en disputa, algunos elegidos por consenso, otros en unas primarias que celebró el domingo.
Desde el oficialismo se ha pedido a la Asamblea Constituyente que expida certificados de "buena conducta" a los candidatos. La oposición teme que de esta manera inhabiliten a sus principales figuras.
La pasada semana, el presidente Nicolás Maduro pidió que los gobernadores que resulten elegidos se subordinen al poder constituyente. "Si no, deben ser destituidos", dijo. Podría ser también una manera de responder a un posible triunfo opositor, ya que la MUD no reconoce a la Constituyente.
La participación en las regionales generó controversia en la oposición después de que denunciaran fraude en la elección a la Asamblea Constituyente el 30 de julio.
Algunos sectores consideraron inconveniente la participación al no creer en la neutralidad del CNE, pero la mayoría quiere dar la pelea en las regionales a la espera de las presidenciales, previstas para final de 2018.