John Grisham no es precisamente un fan de Barack Obama. "Pero comparado con lo que estamos sufriendo ahora, parece maravilloso", le dijo el popular escritor a la BBC.
"Es mucho mejor que Trump y lo echamos de menos", reconoció Grisham, para luego advertir que, en lo que se refiere al actual presidente, lo peor podría estar por venir.
"En estos 10 meses no ha habido verdaderas crisis, más que un par de huracanes y problemas que él mismo ha creado, porque su principal problema es que insiste en dispararse en el pie", explicó el autor de "La Firma" y "El Informe Pelícano".
"Así que a pesar de lo caótico que ha sido todo, de lo malo que ha sido, estos son los días fáciles. Esperen a que la economía empeore o haya una horrible crisis internacional. Ahí es cuando las cosas se van a poner malas de verdad", advirtió, al ser preguntado sobre las posibilidades de una reelección de Trump.
Grisham, quien ha vendido más de 250 millones de ejemplares de sus novelas de suspense legal, habló con el programa Today de la BBC en ocasión de la publicación de su obra más reciente: The Rooster Bar (todavía no traducida al español).
Y además de comentar la novela -que relata las "medidas extremas" tomadas por un grupo de estudiantes estafados por una escuela legal- también abordó el asunto del aumento de las tensiones raciales en EE.UU., un problema que también vinculó con Trump.
"Envalentonados por Trump"
"Trump ha atraído a la extrema derecha, a los súper conservadores, al movimiento Alt Right y a los supremacistas blancos. Y todos se sienten envalentonados por Trump", explicó Grisham, quien durante la campaña apoyó a Hillary Clinton.
"Se sienten responsables por su elección y los llena de orgullo el hecho de que sea nacionalista, xenófobo, y según ellos mismos dicen racista, aunque de eso yo no estoy seguro", le dijo a la BBC.
El escritor, quien vive en Charlottesville, Virginia, lamentó que su ciudad se hubiera convertido en una especie de símbolo de ese problema por causa de los enfrentamientos con supremacistas blancos de agosto pasado.
"Esa gente no era de Charlottesville, nos eligieron como su campo de batalla. Pero yo nunca he conocido a nadie así en Charlottesville", aseguró Grisham, quien sin embargo también reconoció que queda mucho por hacer en materia de racismo.
"Yo se lo que es vivir en el sur profundo, crecí en un ambiente muy racista y esos problemas no han desparecido del todo", reconoció el nativo de Arkansas.
"Obviamente es algo con lo que seguimos lidiando hoy", concluyó.