Todo comenzó el lunes con un paquete sospechoso enviado al multimillonario George Soros.
Y continuó con envíos similares dirigidos a otras destacadas figuras públicas de Estados Unidos e incluso medios de comunicación: desde políticos demócratas como el expresidente Barack Obama o la antigua secretaria de Estado Hillary Clinton, hasta el actor Robert De Niro o la cadena CNN.
Por suerte, las autoridades lograron interceptar estos paquetes antes de que llegaran a sus destinatarios. Pero lo que hallaron en ellos ha sacudido al país a poco más de una semana de las elecciones de mitad de periodo.
"Hasta ahora, los dispositivos (hallados en algunos paquetes) parecen ser bombas de tubo", señaló el agente del FBI Bryan Paarmann.
El FBI junto al servicio secreto y la policía están buscando a los responsables del envío de al menos 10 paquetes sospechosos, informa la agencia AFP.
Políticos de todos los ámbitos consideran que se trata de un acto de "terrorismo" y los demócratas acusan al presidente Donald Trump (republicano) de incitar a la violencia, pues los destinatarios de estos envíos son figuras que han estado en el punto de mira de las críticas del mandatario.
Trump, por su parte, condenó lo ocurrido y llamó en un primer momento a la unidad, si bien posteriormente consideró que "una gran parte de la ira que vemos hoy en nuestra sociedad la causa el trabajo deliberadamente falso e impreciso de los principales medios de comunicación, a los que me refiero como a noticias falsas (Fake News)".
A continuación, te contamos lo que se sabe de los explosivos enviados y otros detalles sobre lo ocurrido.
1. Bombas caseras
Al menos cuatro de los diez paquetes sospechosos enviados esta semana supuestamente contenían lo que las autoridades denominaron "bombas de tubo", según el medio estadounidense CBS News.
En algunas fotografías que se han difundido, como la del paquete enviado a la sede de CNN, se puede ver el explosivo cubierto por lo que parece ser cinta negra y con cables saliendo de ambos lados del tubo.
El tipo de bombas a las que se refieren son artefactos artesanales.
El explosivo suele colocarse en la parte central de un tubo y sellarse a ambos lados.
Como destaca el portal estadounidense Quartz, este tipo de bombas han sido una opción común entre terroristas y grupos de guerrilla sin acceso a armas militares.
Fueron utilizadas en las revueltas de Haymarket en Chicago en 1886, por parte del denominado "loco de las bombas" (o Mad Bomber) de Nueva York en los años 40 y 50, y en el atentado terrorista de los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996, recuerda la publicación.
Las primeras bombas halladas esta semana -como la que se envió a George Soros- estaban fabricadas con tuberías de PVC (Policloruro de vinilo), y las pruebas realizadas indicaron que posiblemente contenían metralla, explicaron tres miembros de los cuerpos de seguridad con relación directa con el caso en declaraciones a la cadena NBC News.
Se sospecha que incluían un explosivo de baja intensidad o pirotécnico, como el que se utiliza en fuegos artificiales, así como temporizadores, según la misma fuente.
Las autoridades describieron los dispositivos utilizados como "rudimentarios" y de momento hay dudas sobre su capacidad real para llegar a detonar.
El diario The New York Times, por ejemplo, cita a un funcionario que cree que los dispositivos contenían "algunos de los componentes que se requieren para fabricar una bomba que pueda funcionar", pero a última hora del miércoles las fuentes de seguridad no confirmaron si los artefactos hallados eran "viables".
2. Un mismo "emisor"
Todos los dispositivos se enviaron en un paquete envuelto en plástico de burbujas y con la misma dirección de remitente: la de Debbie Wasserman Schultz, la congresista de Florida que fue presidenta del Comité Nacional Demócrata, informó el FBI.
Su nombre, no obstante, estaba mal escrito: Schultz aparecía como Shultz.
Las direcciones fueron impresas con un ordenador y los paquetes incorporaban hasta seis sellos con la bandera estadounidense.
"Los paquetes son similares en apariencia (...) y contienen aparatos potencialmente destructivos", precisó el FBI en un comunicado.
3. ¿Miedo?
Diversos expertos de seguridad han alzado la voz para poner en duda la supuesta capacidad de detonación de estos artefactos y consideran que la finalidad de lo ocurrido era generar miedo, más que matar.
En un principio, las autoridades señalaron que el artefacto enviado a la sede de CNN en Nueva York estaba "activo", pero la agencia AP cita a un funcionario que aseguró que tanto este dispositivo como el sobre con "polvo blanco" que llegó al medio de comunicación eran "inofensivos".
"Lo que querían era asustar a la gente, alterar, pero no necesariamente dañar a nadie, porque si hubieran querido herir a personas, las bombas hubieran explotado", señaló a Reuters Matthew Bradley, exagente de la CIA y actual director de seguridad regional de International SOS and Control Risks.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo por su parte este jueves que será más rápido para las autoridades encontrar al culpable o los culpables cuanto más paquetes hallen.
"Esperaría (que encontremos) más", dijo Cuomo en declaraciones a CNN, y consideró que posiblemente el objetivo de los envíos era generar temor.
"Son bombas capaces de detonar. No lo hicieron. ¿Fue a propósito o un accidente?".