El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el cambio como algo bueno para la economía del país, como una forma de abaratar y acelerar las obras de infraestructura, con permisos más simples de obtener.

Pero lo que hizo su orden ejecutiva de hace dos semanas fue revocar las reglas que su antecesor, Barack Obama, había creado para reducir el riesgo de inundaciones en proyectos financiados con recursos federales en áreas inundables.

El cambio introducido por la administración Trump el 15 de agosto, días antes de que la tormenta Harvey pusiera buena parte de la ciudad texana de Houston bajo agua, fue eclipsado por el escándalo que entonces causaba la respuesta del presidente estadounidense a las protestas violentas de supremacistas blancos.

Sin embargo ahora, con las inundaciones devastadoras en el sureste de Texas y la expectativa de que el Congreso envíe miles de millones de dólares para reconstruir el estado, la orden de Trump cobró una nueva dimensión.

Si bien no existe una correlación entre la medida y la tragedia de Texas, algunos expertos sostienen que es probable que ese estado quede más vulnerable a futuras inundaciones debido a la reversión de políticas dispuesta por Trump.

"Fue un gran error", dijo Shana Udvardy, especialista en preparación para el clima de la Unión de Científicos Preocupados, un grupo sin fines de lucro que trabaja en EE.UU. en temas ambientales y de seguridad.

"Podría cambiar la forma en que se hace la reconstrucción de Texas", dijo Udvardy en diálogo con BBC Mundo.

"Va a suceder rápidamente"

La orden ejecutiva de Obama de 2015 establecía básicamente que las obras de infraestructura debían realizarse en niveles más altos que lo requerido anterioremente, para mejorar su resistencia contra el impacto de las inundaciones.

"Se espera que estos impactos aumenten con el tiempo debido a los efectos del cambio climático y otras amenazas", advertía.

Y añadía que "las pérdidas por inundaciones afectan el medio ambiente, nuestra prosperidad económica y la salud y seguridad públicas".

El marco regulatorio seguía recomendaciones de un grupo de funcionarios demócratas y republicanos tras el impacto del huracán Sandy en el este de EE.UU. en 2012.

Las normas de Obama todavía no habían entrado en vigor, pero ya estaban siendo implementadas por varias agencias gubernamentales.

Sin embargo, este proceso fue anulado por la orden que Trump, un magnate en bienes raíces, firmó 10 días antes de que la tormenta Harvey golpeara Texas.

En una conferencia que brindó en su Torre Trump de Nueva York para anunciar sus nuevas políticas en infraestructura, el presidente criticó las demoras para aprobar proyectos que pueden beneficiar la economía del país.

Puso el ejemplo de una carretera en un estado que evitó identificar que, según dijo, costó cientos de millones de dólares, precisó 17 años para ser aprobada y "muchas páginas de estudios de impacto ambiental".

"Esto va a suceder rápidamente. Eso es lo que estoy firmando hoy", dijo, asegurando que los proyectos que incumplan las salvaguardias ambientales quedarían sin aprobarse.

"Irresponsable"

El cambio dispuesto por Trump se enmarca en una serie de medidas ha adoptado para deshacer el legado de Obama en diversas áreas, desde la salud pública hasta la política exterior.

Sin embargo, en este caso Trump también ignoró un pedido que realizó en marzo una coalición de ingenieros civiles y conservadores fiscales para que mantuviera las normas contra inundaciones creadas por Obama.

"Cuando los fondos federales se utilizan para el desarrollo en áreas propensas a las inundaciones, es simplemente de sentido común considerar y mitigar esos riesgos por adelantado para asegurar que la inversión será de larga duración", advirtió la coalición.

La orden ejecutiva de Trump fue cuestionada hasta por miembros de su Partido Republicano como el representante Carlos Curbelo, quien dijo que era "irresponsable" y desperdiciaría dinero de los contribuyentes.

Houston es precisamente una de las ciudades que, según especialistas, carece de regulaciones adecuadas para la construcción en zonas inundables.

Y con la calamidad causada por la tormenta Harvey, la reconstrucción de la ciudad requerirá miles de millones de dólares del gobierno y puede volverse una prueba crucial para Trump.

El mandatario visitó este martes Texas para observar directamente la magnitud de los daños y dijo que el equipo de recuperación buscará actuar "mejor que nunca".

Pero Udvardy, de la Unión de Científicos Preocupados, sostuvo que "si la orden ejecutiva de Obama todavía estuviera en su lugar, las obras de recuperación tras huracán Harvey serían más resistente a futuras inundaciones porque estarían por encima de ciertos niveles de inundación".

"Sin esa orden ejecutiva", concluyó , "no hay un mandato que lo asegure".

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