Un día después de ser despedido de su puesto como director del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) por el presidente Donald Trump, James Comey escribió una emotiva carta de despedida a los empleados de la agencia con un mensaje muy claro.

En la nota, hecha pública en la noche de este miércoles, Comey prefirió no polemizar sobre la forma y las razones que tuvo el presidente de Estados Unidos para despedirlo.

Pero sí reivindica tres rasgos que él considera importantes para el futuro del FBI.

"Yo les dije antes que, en tiempos turbulentos, los estadounidenses deberían ver al FBI como una roca de capacidad, honestidad e independencia", escribe el exdirector.

"Es muy difícil dejar un grupo de personas que están comprometidos a hacer sólo lo correcto", añade.

El anuncio del retiro de Comey, el martes 9 de mayo, sacudió el corazón político de Estados Unidos.

La salida sucede en medio de una investigación del FBI sobre la presunta interferencia de Rusia en las últimas elecciones presidenciales de EE.UU.

La pesquisa también indaga sobre si existieron contactos entre miembros de la campaña de Trump y funcionarios rusos.

La despedida

"Lo que hace duro dejar el FBI es la naturaleza y la calidad de su gente", señaló Comey.

El exdirector de la entidad estadounidense añade que tiene la esperanza de que el personal del FBI mantenga su misión de proteger a Estados Unidos y defender la Constitución de su país.

Comey cierra su carta agradeciendo al personal del Buró.

"Trabajar con ustedes ha sido una de las alegrías más grandes de mi vida. Gracias por ese regalo".

Críticas

Trump indicó que el despido de Comey se hacía siguiendo un consejo del Departamento de Justicia y para recuperar la "confianza del público" en el FBI.

"Si bien aprecio enormemente que me informara, en tres ocasiones separadas, de que no estoy siendo investigado, de todos modos concuerdo con el Departamento de Justicia en que usted no es capaz de liderar de forma efectiva al Buró", señalaba la carta de Trump enviada el martes.

Pese a los argumentos de Trump, políticos estadounidenses cuestionaron casi de inmediato la decisión.

Buena parte de las sospechas de los detractores del presidente de EE.UU. parten de las investigaciones que llevaba adelante el FBI y que podían afectar a Trump.

Por su parte, grupos antifascistas protestaron en las oficinas del FBI en Los Ángeles por el despido de Comey.

En Washington también se realizaron manifestaciones en las que acusaron a Trump de ser un títere del presidente de Rusia, Vladimir Putin.

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